
Este informe precisa que el proyecto de los «drones» de espionaje de Estados Unidos se engloba dentro de la operación de supervisión del programa nuclear iraní, según los exfuncionarios de EE.UU. y las actuales autoridades de ese país.
A pesar de que la CIA niega haber realizado operaciones de sabotaje en Irán, el Washington Post escribió que una de estas operaciones se reveló el año pasado, cuando los iraníes descubrieron y derribaron el avión no tripulado «RQ 170» en territorio persa. Ni esa derrota ni la publicación de las fotos han hecho desistir a los funcionarios americanos: estos han anunciado que los vuelos de espionaje en Irán continuarán.
El informe también hace referencia a la mala experiencia de EE.UU. en la guerra con Irak, y destaca que la CIA y otras agencias de inteligencia atacaron Irak con el pretexto de que poseía armas nucleares y desarrollaba un programa secreto de enriquecimiento de Uranio: la verdad fue muy otra y las consecuencias terribles.
La amplia operación de espionaje contra Irán viola los derechos del pueblo iraní, muy especialmente cuando los mismos norteamericanos han llegado a la conclusión de que Irán no busca producir armas nucleares, según uno de los exfuncionarios del servicio de Inteligencia de EE. UU.
