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En el 2001, el grupo bancario estadounidense Goldman Sachs (The Goldman Sachs Group, Inc.), fundado en 1869, promueve la identificación  de áreas estratégicas de crecimiento basándose en la territorialidad y el número de habitantes; es decir, países que tuvieran como condición común, no sólo la potencial riquezas naturales, sino la concentración de un número mayor de habitantes en un territorio amplio. En esa primera clasificación, parecieron como principales figuras Brasil, Rusia, India y China (BRIC); luego se incorporaría Sudáfrica. Como grupo organizado para coordinar tareas en el marco de la economía política mundial, se materializa como grupo de tarea y apoyo,  durante la crisis financiera de Estados Unidos del 2008, ante la posibilidad de afrontar la bancarrota, y habiendo recibido el consorcio Goldman Sachs la autorización de la Reserva Federal (FED) para dejar de ser un banco de inversión y convertirse en un banco comercial, se pasa a una etapa de acometer proyectos que ayuden a las economías en crisis (EEUU, una de las más afectadas) y se profundice con mayor rapidez el crecimiento del planeta. En economía internacional se empezó a entender la sigla BRICS, Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, como la gran estrategia global para recuperar a la economía internacional. China e India, están por encima de los mil cien millones; Brasil y Rusia por encima de los ciento cuarenta millones; hay un enorme territorio en cada uno de estos países, lo que les proporciona dimensiones estratégicas continentales y una gigantesca cantidad de recursos naturales y, lo más importante, las enormes cifras que han presentado de crecimiento de su PIB y de participación en el comercio mundial en los últimos años, lo que los hace atractivos como destino de inversiones.

El grupo Goldman Sachs, argumentó que el potencial económico del Brasil, de Rusia, de la India, de China y Sudáfrica, es tal que pueden convertirse en las cuatro economías dominantes hacia el año 2050. Según lo indica el economista británico Jim O’Neill, el BRICS le proporciona a la economista global más del 40% de la población y un PIB combinado de 134.951 billones de dólares. En casi cada escala, serían las entidades más grandes en la escena global; importante es observar que no es el intento del grupo Goldman Sachs el de argumentar que estos cinco países formen una alianza política, tal como la Unión Europea, o cualquier asociación que negocia formalmente, como la Asociación de Naciones del Sureste Asiático (ASEAN): sino que dado su potencial influyan en la toma de medidas para aumentar la cooperación política, e influenciar en  los Estados Unidos, para colocar en acuerdos del comercio mayor, o, con la amenaza implícita de la cooperación política, como manera de extraer concesiones políticas de los países desarrollados, tales como la cooperación nuclear propuesta con la India y Brasil.

Ahora bien, la principal crítica que ha recibido el concepto de BRICS, es que no define a un grupo homogéneo, que en sí mismo no define un nuevo camino de desarrollo capitalista, sino que continúa el modelo estadounidense; en el caso de Brasil, se cuestiona el supuesto «crecimiento excepcional». Durante el período de ocho años del presidente Luiz Ignacio Lula da Silva (2002-2010), el país creció menos que cualquiera de los integrantes del grupo BRICS y aún menos que el promedio de América latina, situándose muy por debajo de países como Argentina, Chile, Uruguay, Colombia, Venezuela y Perú y sólo por encima de México. Otra crítica que se le hace a esta tesis es la subestimación del crecimiento del PIB en China durante los próximos 45 años, según la cual el crecimiento de China estaría por debajo del nivel normal. Esto contradice el desarrollo económico rápido que ha ocurrido ya en ese país y la experiencia de países como Japón que se puso a la par con el PIB occidental per cápita, mientras que China ha estado creciendo aún más rápidamente en un período similar de desarrollo. Hay muchas incertidumbres y supuestos en la tesis BRICS que dan a entender que estos cinco países no podrían cumplir con las expectativas.

El término BRICS, también es utilizado por compañías cuando se refieren a los cinco países como una clave a sus estrategias para los mercados emergentes. En realidad, el uso de estas siglas obscurece a menudo el papel que juegan Brasil y Rusia. En la práctica, Rusia y Brasil serán poco menores que China e India para el 2050, y el resto de Asia combinada será casi igual en términos de PIB que Brasil. Sin embargo, las siglas BRIC se han adoptado extensamente. En comparación la sigla más corta ICS, para referirse a India, China y Sudáfrica, no suena tan atractiva, aunque el término “Chindia” es de uso poco frecuente. El estudio del BRICS se centra específicamente en los países grandes, no necesariamente los más ricos o los más productivos, pero siempre fue pensado como una tesis de inversión. Si los inversionistas leyeran la investigación de Goldman cuidadosamente, y convinieran con las conclusiones, entonces los inversionistas se expondrían más a los mercados asiáticos de deuda y de equidad de Asia que a los de América latina, excepto Brasil.

Los líderes de los cinco países están inconformes con la lentitud con que marcha la reforma de las cuotas en el FMI. Y para este año exigen que el “quinteto” reciba un mayor número de votos en el FMI. En la Declaración de Delhi se consigna que, la capacidad de crédito del Fondo depende de si se otorgan derechos equitativos a todos sus miembros. A juicio del experto Maxim Braterski, los países del BRICS no piensan resignarse a que Occidente ignore los convenios sobre la redistribución de votos prometidos a los países con mercados de desarrollo acelarado. Además que, su cuota en la economía mundial crece de manera rápida y estable, el problema no surgió hoy ni ayer. Hace dos o tres años, los países del BRICS plantearon el asunto en el Grupo de los 20, en el sentido de que dentro del sistema de gestión del FMI, sus economías no estaban representadas de manera proporcional al peso de sus economías. La postura a favor de la redistribución de cuotas fue lo suficientemente coordinada y poderosa, y comenzó el movimiento, lo que reportó algunos votos y cuotas a China y a la India. Fundamentalmente, Rusia no ganó nada con ello. En realidad, este proceso avanza lentamente. Seguramente es justo que los países del BRICS, exijan una redistribución más resuelta de cuotas.

En este año 2012, concretamente a finales de marzo, el BRICS y sus mandatarios respectivos, acordaron pedir a las economías avanzadas que adopten políticas “responsables” y reformas estructurales y alertaron de un posible “gran flujo” de capital especulativo que podría afectar a los países emergentes. Además, como ya hicieron en el pasado, exigieron una reforma más rápida y que les dé más peso en el Fondo Monetario Internacional, y pidieron al Banco Mundial que “promueva relaciones de igualdad” entre países, en lugar de “mediar entre el norte y el sur. Con este grupo es necesario modelar un nuevo paradigma, basado en la inclusión social, el respeto al medio ambiente y el crecimiento económico. En lo que respecta a la situación económica mundial, los miembros del BRICS, a través de un documento denominado “Declaración de Delhi”, por realizarse la IV Cumbre en la capital de la India, Delhi, es posible y prioritario el crecimiento que genere empleo y distribución de la renta. El sistema internacional ya no tiene relaciones de subordinación. Los países del grupo BRICS, han sido uno de los motores del crecimiento mundial y que representan la esperanza de un orden más justo, sostenible y multilateral. Para eso es necesario fundamentar un crecimiento equilibrado, la inversión y el consumo. Aumentar la seguridad económica y social. Y también necesitamos una balanza comercial equilibrada. Las reformas económicas y los reajustes monetarios son importantes, pero no suficientes, y para que sean eficaces hay que combinarlos con “la vuelta del crecimiento.

Se ha hecho algún progreso en las instituciones financieras internacionales, pero no hay movimiento en el aspecto político. Los BRICS, se han planteado intervenir con una sola voz en asuntos importantes, como la reforma del Consejo de Seguridad de la ONU.  Con vistas a mejorar sus intercambios comerciales, los BRICS han acordado estudiar de aquí a un año la creación de un banco de desarrollo para financiar proyectos propios. También firmaron dos acuerdos de crédito, entre ellos uno que valida el uso de monedas locales. El mismo grupo esgrime en la declaración: “Somos economías grandes y debemos hacer esfuerzos especiales para explorar nuestra complementariedad. Va en nuestro interés eliminar las barreras comerciales”.

En cuanto al comercio entre los países, se expresó en esta IV Cumbre que el grupo crece a un ritmo del 28% anual y es ya de unos 230,000 millones de dólares, con vistas a llegar a 500,000 en 2015; aunque para algunos aventajados analistas, la agenda internacional de sus miembros presenta agudas diferencias.

La cumbre llega en un momento delicado de las relaciones con Irán, porque Estados Unidos ha iniciado una política de sanciones a la compra de petróleo iraní, ante la oposición de la India y China, que son los principales compradores de crudo a ese país. Sin embargo, los mandatarios presentes no entraron en detalles sobre estos casos, sólo se limitaron a situar que no se debe permitir que la situación, respecto a Irán, escale a un conflicto, cuyas consecuencias desastrosas no irían en interés de nadie. En cuanto al conflicto social en Siria, los BRICS pidieron a su régimen el: “…fin inmediato de toda la violencia y violación de los derechos humanos…”. Lo mejor para el interés global sería afrontar la crisis con medios pacíficos que fomenten diálogos nacionales amplios en donde se respalde el compromiso a largo plazo con los países en el mundo, sobre todo, con el compromiso adquirido con Afganistán (donde en julio comenzó la transición de la seguridad y está prevista la salida completa de las fuerzas internacionales para 2014) que se traduce en el respeto a su autodeterminación como  pueblo y Estado Nacional.