
En las últimas horas algunos sectores que acompañaron a la poderosa Sociedad Rural en el llamado «conflicto del campo» a inicios de 2008, y que con diversos medios atizaron el golpismo, como la Corriente Clasista y Combativa, estuvieron activos cortando calles y provocando caos en la circulación, lo que afectó muy especialmente a los trabajadores, a quienes las empresas le aplican fácilmente el ausentismo si llegan tarde.
Randazzo, además de otros funcionarios, periodistas y movimientos sociales, han alertado sobre un proceso de desestabilización que incluye acciones para buscar el apoyo de embajadas, en referencia a declaraciones de Elisa Carrió, dirigente de la Coalición Cívica, quien admitió que recurrirá a embajadas en su intento de actuar contra el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.
«Algunos dirigentes opositores muestran la intención de provocar un estado de conmoción en la sociedad, que no tiene nada que ver con la realidad que vivimos», dijo Randazzo, al explicar que estas actuaciones se producen cuando existe «un proceso de recuperación económica visible y frente a una medida histórica y trascendente como la de otorgar la asignación universal a la niñez, y estos sectores se muestran impotentes y apuestan a la violencia».
Por esta razón, el ministro pidió ser «prudentes y pacientes» y volvió a señalar que «el gobierno no cederá a los intentos de que se reprima para generar violencia».
Ahora hay una serie de anuncios amenazantes de organismos ligados con los militares de la pasada dictadura además de llamados de algunos movimientos de la derecha más dura del país, tendientes a la desestabilización y a la destitución presidencial.
Por estas horas una cantidad de movimientos y organizaciones sociales y estudiantiles se movilizan en rechazo a la reunión aquí de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), y en varios carteles se le demanda a los dueños de la prensa en el mundo «que abandonen el viejo golpismo con que ampararon las dictaduras y se ocupen de lo que están haciendo sus integrantes (de la SIP) apoyando al dictador de Honduras, que viola todos los derechos humanos y sociales del pueblo de ese país.»