
Anteriormente, un portavoz de la Unión Europea informó a Reuters que Alemania propuso exigir que Grecia traspase a la UE parte de sus facultades relacionadas con la formación del presupuesto nacional.
El rotativo The Financial Times a su vez escribió que la Unión Europea puede designar a un funcionario especial que controle los gastos de la mayor importancia del presupuesto griego.
Según el plan alemán, Atenas podría empezar a gastar dinero en el funcionamiento normal del Estado sólo después de pagar la deuda. Eso ayudaría a convencer a los mercados de que en Grecia no declararía impago técnico, pero haría mucho daño a su soberanía nacional.
La política de recortes agravó la recesión en Grecia y provocó una brusca caída en el nivel de vida de sus ciudadanos. A lo largo del último año y medio, los griegos organizaban multitudinarias protestas y huelgas, acompañadas a menudo por desórdenes masivos.
Actualmente, Atenas intenta evitar la declaración del impago técnico de su deuda de 360.000 millones de euros. Negocia con los acreedores privados la condonación de una parte de ese dinero. Al mismo tiempo sostiene negociaciones con la UE y el FMI sobre la concesión de otro crédito de 130.000 millones de euros. Los dos asuntos deben realizarse hasta el 20 de marzo próximo, fecha tope del vencimiento de unos bonos por 14.500 millones de euros, que debe pagar Grecia.