
Moscú considera el documento, preparado por países occidentales y representantes de la Liga Árabe, como inaceptable. Guennadi Gatilov, ministro adjunto de Exteriores ruso, explicó que cualquier decisión sobre un futuro ajuste político en Siria se debe tomar en el marco de un trámite político, sin que se impongan condiciones preliminares.
Las discusiones sobre una resolución contra Siria se realizan actualmente a puerta cerrada en el Consejo de Seguridad.
Occidente acusa el régimen de Al Assad de reprimir a la oposición civil y ha impuesto sanciones contra Damasco. Las autoridades sirias señalan que se trata de una oposición militar, a la que le han suministrado armas desde fuera, y condenan la injerencia internacional en los asuntos internos de un país soberano.