Autor: Rafael O. Molinari (*)
El Gobierno de Estados Unidos (EEUU) evitó pronunciarse sobre la cuestión de la soberanía de las islas Malvinas, tras sostener que es un tema «bilateral» que debe ser resuelto «directamente» entre Argentina y el Reino Unido, mismo argumento utilizado para las “negociaciones” por la paz entre Israel y Palestina.

En un comunicado el Departamento de Estado el gobierno que apoyo la invasión de las Islas Malvinas en 1982, principal aliado de Gran Bretaña  y dio por tierra con el T.I.A.R. (Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca) afirmo que «Reconocemos de facto la administración de las islas por parte del Reino Unido, pero no adoptamos ninguna posición respecto a la soberanía».

Para EEUU la cuestión de las Malvinas «es un tema bilateral que debe ser resuelto directamente entre los Gobiernos de Argentina y el Reino Unido» similar argumentación es empleada por el Gobierno de Obama para legitimar la ocupación del Ejercito del gobierno de Israel en territorios palestinos y no reconocer a Palestina como Estado independiente.

«Alentamos a ambas partes a resolver sus diferencias mediante el diálogo en los canales diplomáticos normales», agregó cínicamente el Departamento de Estado sobre la controversia diplomática de las Malvinas, beneficiando una vez más así la posición de los Estados ocupantes y principales socios: Israel y Gran Bretaña.

Lamativamente el Canciller argentino, Héctor Tímerman, expresó que “La postura norteamericana es un llamado de atención a Gran Bretaña para que abandone el camino militarista y se siente a negociar» separando a Estados Unidos de su posición evidentemente parcializada y a favor de Gran Bretaña (y de Israel) como lo ha hecho a lo largo de la historia reciente.
Para el canciller del gobierno de Cristina Kirchner los Estados Unidos “dejan librado el conflicto pendiente entre la Argentina y el Reino Unido a las negociaciones bilaterales” pero esta posición la re-interpreta como “un gran logro para la posición argentina y por eso la expresión de la postura norteamericana fue recibida con mucho beneplácito por toda América latina” dijo Timerman.
También expresó en una entrevista realizada por el Diario argentino Página 12: “Gran Bretaña nunca les preguntó a los residentes de Hong Kong sobre la autodeterminación antes de ceder otra vez la soberanía a la República Popular China. Y no es una cuestión de número. En la ciudad de Buenos Aires y en la provincia viven más ciudadanos británicos que en las Malvinas. Y no cuento a los galeses de Chubut. Pero aquí también prefiero apelar a la legalidad internacional. La ONU no reconoce el derecho a la autodeterminación de los malvinenses. Para la ONU son objeto de Derecho, pero no sujeto. Los únicos que pueden negociar, para la ONU, son Gran Bretaña y la Argentina. Sólo los dos países, y no los isleños, pueden hablar como partes litigantes”.

No hizo mención sin embargo a lo que piensan los ciudadanos palestinos de la ocupación israelí a sus territorios por parte de la única potencia nuclear del medio oriente.

La posición de Timerman parece coincidir con la estrategia imperialista en la que tanto Israel como Gran Bretaña son conminados por la ONU a sentarse a negociar (cosa que nunca hacen) para luego recibir la sugerencia de los Estados Unidos de tratar el asunto “bilateralmente” (situación que tampoco sucede).

Mientras tanto Israel avanza en su ocupación sobre territorios palestinos y aumenta su participación junto a estados Unidos injerencista en Siria, Libano, Libia e Iran mediante operaciones encubiertas y asesinatos selectivos de líderes políticos y sociales árabes y persas.

Por su parte Gran Bretaña participa de las invasiones de Irak, Afganistán, Libia, Pakistan y preapara junto a la OTAN su intervención en Siria.

De estos temas, el Canciller Timerman parece no querer mencionar nada pero esta es la veraddera causa del mantenimiento de la ocupación británica en Malvinas: Estados imperiales como estados Unidos, Gran Bretaña e Israel en su depredadora carrera invasora y genocida sobre países y pueblos más débiles, masacrando a sus habitantes y saqueando los recursos naturales que ellos no poseen.

(*) Lic. en Relaciones Internacionales-UBA