
«La Cancillería argentina espera que la medida tomada se base en razones estrictamente objetivas y que no se trate del enésimo acto hostil dirigido a turistas de varias nacionalidades, así como contra ciudadanos argentinos que tienen el simple deseo y la aspiración de conocer las Islas Malvinas», se indicó en un comunicado.
«La nave, propiedad de una empresa estadounidense, había cumplido previamente con los protocolos sanitarios tanto de la Argentina como de Chile», se explicó en el parte de prensa.
El «Star Pricess» llevaba 3.600 pasajeros a bordo, había partido de Valparaíso -Chile- el pasado 7 de enero y tenía previsto realizar este fin de semana una escala en las islas en disputa.
Pero ante un brote de gastroenterocolitis, detectado en 20 pasajeros, el gobierno de Malvinas decidió prohibir el ingreso de la embarcación, aduciendo que la enfermedad contagiosa podría generar un brote entre los pobladores isleños.
Entre los pasajeros argentinos, se encontraba un capitán que quería colocar una placa en homenaje a los soldados muertos en la guerra, de la cual en abril se cumplirán 30 años.