
El secretario del Consejo de Seguridad ruso, declaró que Washington y Ankara ya están pensando en declarar una zona de exclusión aérea sobre Siria, donde pudiesen concentrarse las fuerzas de los insurgentes sirios. Pátrushev destacó que Turquía, hasta hace poco, país amigo de Siria, ahora rivaliza con Irán por las esferas de influencia en la región y tiene enormes ambiciones. De este modo, Siria pasó a ser objeto de atención de una nueva “coalición de intereses”. Se la intenta castigar no tanto por reprimir a la oposición como por la renuncia a romper las relaciones de aliado con Teherán.
«En efecto, las relaciones entre Siria e Irán son muy estrechas. A Occidente le preocupa el que a través de Siria se suministre armamento a Irán y el Líbano y que por este canal el movimiento Hezbollah, reciba armas. Es una circunstancia muy desagradable para Occidente. Al propio tiempo, Occidente, desde luego, quiere castigar a Siria por ser el único país del área que presta apoyo a Irán. No le pueden perdonar el haber sido el único país que respaldó a Teherán durante la guerra entre Irán e Iraq, terminó diciendo el alto funcionario ruso.