Durante una visita al centro de tecnología aeroespacial de Sao José dos Campos, interior de Sao Paulo, Jobim resaltó que la trasferencia de 100 por ciento de la tecnología de fabricación de los aviones es un factor primordial para la decisión de qué país será el vencedor de la licitación.
«La propuesta de Estados Unidos es problemática, pues los (norte) americanos no tienen buenos precedentes; los suecos quieren vender un avión que no existe, con motor (norte) americano y piezas de otros países», señaló.
Brasil abrió una licitación pública para la compra de 36 cazabombarderos, cuya definición deberá ser conocida antes de fin de año.
En la competición están los Rafale Dassault de Francia, los Boeing F/A-18 de Estados Unidos, y los Saab Gripen de Suecia.
Como los Gripen utilizan componentes estadounidenses, el gobierno brasileño teme que también esta opción pueda traer problemas en el futuro, por restricciones impuestas por el gobierno norteamericano.
El ministro recordó que Francia, en cambio, ya dio buenas demostraciones en la transferencia de tecnología a Brasil durante la operación de compra de submarinos y helicópteros oficializada a comienzos de septiembre por los presidentes Luiz Inácio Lula da Silva y Nicolás Sarkozy en Brasilia.
El almirante Edouard Guillaud, jefe del gabinete militar del presidente francés, estuvo en Brasilia en septiembre para confirmar la garantía de transferencia de tecnología «completa, sin restricción y sin límite» en la venta de los cazas.
Jobim dijo que el informe final que será preparado por la Aeronáutica sobre las propuestas será sometido al Consejo Nacional de Seguridad después de pasar por un análisis técnico, estratégico y de conveniencia política.
Las propuestas de Dassault (Francia), Saab (Suecia) y Boeing (Estados Unidos) fueron presentadas este miércoles a la Comisión de Ciencia y Tecnología de la Cámara de Diputados brasileña
