Camila Queiroz
Adital
Por segunda vez en esta semana, periodistas hondureños/as se manifestaron en la calles de Tegucigalpa, capital del país. El motivo es el cuadro de persecución y censura – atribuido a los grupos traficantes de drogas – , que ya produjo 17 asesinatos de comunicadores/as desde el inicio del gobierno de Porfirio Lobo, en enero de 2010.
Pero lo que iba a ser un acto pacífico terminó con la represión por parte de la policía hondureña. Según las noticias de las agencias hondureñas, cuando la manifestación llegó cerca del Poder Ejecutivo, hombres de la Guarda Nacional de Honor Presidencial fueron accionados y recibieron a los/las manifestantes con gases lacrimógenos. También fueron usados armas con disparos de balas de goma. El hecho fue rechazado por los/las participantes y considerado otra prueba más de que no hay libertad de expresión en el país desde el Golpe de Estado instalado en 2009.
Las organizadoras, mujeres periodistas, pidieron a los manifestantes que llegasen vistiendo camisa negra, llevando una vela y a ser posible, un afiche.
«Ya no permitamos que el silencio abone el terreno de quienes nos están exterminando por hacer ese periodismo decente y justo que requiere nuestro país”, declararon en la convocatoria.
Tres días antes, cerca de 500 periodistas realizaron otra manifestación con el mismo objetivo en Tegucigalpa, saliendo de la sede del Colegio de Periodistas de Honduras (CPH), rumbo a Casa Presidencial y a la Sede de las Naciones Unidas, en el centro de la Capital. «No se mata la verdad matando a los periodistas”, proclamaron.
En San Pedro Sula, segunda ciudad del país, la indignación por los crímenes también tuvo resonancia y los periodistas realizaron otro acto.
Casos recientes
El pasado día 6, la periodista Luz Marina Paz fue asesinada, en la entrada de la colonia San Francisco de Comayagüela, en la periferia de Tegucigalpa. Perseguida por dos motociclistas, mientras conducía su carro, Luz Marina recibió 36 impactos de balas. Ella es la primera periodista hondureña asesinada en los últimos veinte años.
Alfredo Landaverde, asesor del gobierno para seguridad, fue asesinado el día 7, también por dos motociclistas, cuando se dirigía al centro de la ciudad con su esposa Hilda Caldera. Según la prensa local, el era conocido por denunciar la infiltración del crimen organizado en la Policía Hondureña.
«Ya no queremos más excusas y dilatorias, exigimos que estos crímenes no queden impunes”, destacó el CPH, manifestando su repudio a las amenazas sufridas por diversos medios de comunicación y periodistas.
Tratando de minimizar el problema, el Congreso aprobó una ley que prohíbe que dos personas viajen en una moto, el transporte más usado por los criminales. El día 9, fueron también autorizadas las escuchas telefónicas y la creación de una nueva policía de investigación.
En una controvertida decisión, el congreso aprobó, a inicios de noviembre, que 11 mil miembros del la Fuerzas Armadas se dispongan a colaborar con la Policía Nacional – que tiene 14.500 efectivos. Bautizada como «operación relámpago”, ha prometido disminuir los homicidios en un 36%.
Traducción: Ricardo Zúniga
fuente: http://www.kaosenlared.net/noticia/honduras-ante-asesinatos-periodistas-realizan-nueva-marcha-paz