Siguen enfrentamientos entre Sarkozy y Cameron

Agencia de Noticias Telam

Bruselas.- Los líderes de 23 países de la Unión Europea (UE) acordaron este viernes una mayor integración de sus economías mediante un nuevo Tratado del bloque en un intento por salvar al euro, pero no lograron convencer a otras cuatro naciones de sumárseles, entre ellas el Reino Unido.

Luego de maratónicas negociaciones que se extendieron toda la noche, los líderes de esos 23 países, reunidos en una cumbre en Bruselas, aceptaron una propuesta de Alemania y Francia para firmar un nuevo Tratado en marzo próximo con reglas de endeudamiento más severas.

El Reino Unido y Hungría manifestaron su oposición absoluta a sumarse a la propuesta franco-alemana de «refundar a Europa», mientras que Suecia y República Checa decidieron no integrarse al nuevo Tratado por ahora.

Pese al largamente esperado acuerdo de hoy en la cumbre, seguida con atención por gobiernos y mercados de todo el mundo, los líderes europeos todavía tienen enormes obstáculos por resolver.

Finalizado el encuentro, los jefes de Estado y de Gobierno que llegaron al consenso se reunirán hoy otra vez más tarde para definir qué contendrá exactamente su nuevo Tratado y cómo se controlará y sancionará a los infractores de las estrictas reglas de déficit y deuda soberana.

EL Reino Unido, que no usa el euro, encabezó la oposición contra un nuevo Tratado para los 27 países de la UE que incluya una mayor y más estrecha unión fiscal, con el argumento de que esto amenazaba su soberanía nacional y a sus apreciados servicios financieros.

La mayoría de los países de la UE habían abogado por un Tratado para todo el bloque que evitara su ruptura, pero Alemania y Francia, las economías más grandes de la UE, dijeron de inmediato que un acuerdo entre las 17 naciones que usan el euro, más todas aquellas que quisieran sumarse, era mejor que nada.

La respuesta inicial de los mercados fue fría, con bajas fuertes en las bolsas de Asia y Europa, informó la agencia de noticias DPA.

El presidente francés, Nicolas Sarkozy, culpó al primer ministro británico, David Cameron, de la falta de un acuerdo con todos los países.

«Cameron hizo una propuesta que nos pareció inaceptable, un protocolo al Tratado que habría exonerado al Reino Unido de un gran número de regulaciones de los servicios financieros», dijo Sarkozy poco antes del amanecer en Bruselas.

El mandatario dijo que la «difícil» cena con la que comenzó anoche la cumbre se extendió en negociaciones que duraron toda la noche.

«No podíamos aceptarlo. Por el contrario, consideramos que parte de los problemas del mundo provienen de la falta de regulaciones de los servicios financieros», dijo Sarkozy, citado por DPA.

«Si se quiere una cláusula de excepción para no estar en el euro y se pide participar en todas las decisiones del euro…e incluso se lo critica, esto no es posible», señaló el presidente francés.

Cameron defendió su postura.

«Lo que se ofrecía no estaba en el interés británico, así que no estuve de acuerdo», señaló el premier conservador.

«No estamos en el euro y me alegra no estar en el euro», prosiguió.

«Nunca vamos a sumarnos al euro y nunca vamos a ceder este tipo de soberanía que estos países van a tener que ceder», agregó.

Sarkozy dijo que las negociaciones se dirigirán ahora a lograr un «acuerdo intergubernamental» entre los 17 países que usan el euro más otros seis, pero sin el Reino Unido ni Hungría ni los todavía indecisos Suecia y República Checa.

Los gobiernos que firmen el nuevo Tratado deberán aceptar una intervención sin precedentes en sus presupuestos nacionales de parte de las instituciones de la UE.

Según un comunicado emitido luego de que se interrumpiera la cumbre, los gobiernos participantes en el acuerdo deberán tener presupuestos equilibrados -con un déficit no mayor al 0,5%- y deberán reformar sus Constituciones para agregar esa obligación.

El Tratado incluirá un aún no especificado «mecanismo de corrección inmediata» para los países que infrinjan las reglas, dijo el comunicado.

Además, los países con déficits superiores al 3% enfrentarán sanciones inmediatas.

Para evitar estos déficits excesivos, los países deberán enviar sus presupuestos nacionales a la Comisión Europea, que tendrá la autoridad de solicitar que sean revisados.

Los países tendrán también que informar con antelación cuánto dinero piensan pedir prestado.

Pese a los desafíos por delante, la canciller alemana, Angela Merkel, elogió el acuerdo.

«Siempre dije que los 17 estados de la Eurozona tienen que recuperar la credibilidad. Y creo que con las decisiones de hoy, esto podrá lograrse», señaló.

La cumbre se convocó para buscar una salida a una severa crisis financiera de ya dos años que obligó a la UE a rescatar a Portugal, Grecia e Irlanda y que amenaza extenderse a economías más grandes de la Eurozona y casi imposibles de salvar como Italia y España.

Un default de alguno de estos dos países podría hacer colapsar el euro y causar una nueva recesión mundial, según analistas.