
Los países agrupados en la Liga Árabe (LA) anunciaron este sábado que darán plazo a Siria hasta el domingo para aceptar el envío de una misión de observadores al país con el fin de que examinen la situación en esta nación, algo que el Gobierno de Damasco considera una injerencia externa a sus asuntos de Estado. Esta intromisión del bloque ha sido rechazada por gran parte de los sirios que han salido a las calles para expresar su descontento.
Los ministros de Relaciones Exteriores de la LA tomaron esta determinación mientras se encontraban reunidos en Doha, capital de Qatar, donde el organismo también discute las recomendaciones de una comisión técnico-ejecutiva para llevar a cabo medidas punitivas contra el gobierno de Bashar Al-Assad.
“Contactamos a Damasco durante la reunión y respondimos a sus pedidos de clarificación (…).Pedimos que (los responsables sirios) vengan mañana a Doha para rubricar el protocolo y estamos esperando una respuesta”, detalló el primer ministro de Qatar, jeque Hamad ben Jassem ben Jabr al Thani.
Entre las sanciones contra Siria que las naciones del organismos estudian está la de prohibir vuelos comerciales desde y hacia Damasco a partir del 15 de diciembre, sin embargo, hay cierta resistencia de aplicar esta nación por parte de la delegación argelina.
Igualmente, los titulares de exteriores árabes ampliaron a 17 la lista de funcionarios sirios a los que se les congelarán sus bienes y que se les impedirá viajar a los Estados miembros.
Según la LA estas sanciones se adoptan para excluir bienes que puedan provocar “daños” a la población siria, no obstante, el canciller de este país, Walid Al-Muallem, denunció que esto afectará a los ciudadanos de su nación
Ante esta situación, el pasado martes el canciller ruso, Serguei Lavrov, había pedido poner fin a los “ultimátums” lanzados a Siria, luego de que la Liga Árabe aprobara sanciones contra Damasco.
Asimismo, Rusia rechazó la condena que el Consejo de Derechos Humanos (CDH) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) realizó el viernes al primer mandatario sirio.
Durante una sesión especial del Consejo de Derechos Humanos de la ONU la Alta Comisionada del ente, Navi Pillay, instó a la comunidad internacional a aplicar “medidas urgentes y efectivas” contra Siria y que este país “rinda cuentas” por supuestos crímenes contra la humanidad durante las manifestaciones a favor y en contra del Gobierno del presidente sirio, lo que fue avalado por las naciones del ente con 37 votos, 6 abstenciones y 4 votos en contra.
Las protestas en Siria comenzaron el pasado 15 de marzo en Damasco, para solicitar nuevas reformas políticas. El presidente sirio implementó un serie de cambios, aplaudidos por el pueblo, pero grupos violentos vinculados a redes terroristas han causado miedo e inestabilidad en algunas zonas de la nación.
El Gobierno sirio ha detenido a cabecillas y miembros de los grupos terroristas provenientes de Turquía, Líbano y Jordania, que tenían el objetivo de desestabilizar y generar caos en la nación, según lo desprenden las investigaciones del Ejecutivo de Al Assad.