TeleSur
Londres, noviembre 30 – El Gobierno británico dirigido por el primer ministro, David Cameron, enfrenta este miércoles una de las más importantes huelgas generales en la historia de ese país, que paraliza desde tempranas horas a las escuelas, hospitales, servicios y a los aeropuertos.
Más de dos millones de trabajadores dejarán sus actividades en protesta a los recortes sociales que impuso el Gobierno para reducir gastos.
Cerca de mil manifestaciones se esperan para esta jornada que busca hacer retroceder a la gestión de Cameron en su empeño por dejar en la calle a 710 mil trabajadores públicos, retrasar la jubilación a los 67 años y aumentar en 3 por ciento la contribución de los funcionarios a la Seguridad Social.
Los sindicatos estiman que el paro sea la “mayor movilización social desde la huelga general de 1926″, cuando el país se paralizó por nueve días debido un conflicto minero que fue luego respaldado por cuatro millones de trabajadores.
Los convocantes tildan de «injustas» las modificaciones previstas en el sistema de pensiones, que para el Gobierno son “necesarias” ante la difícil situación económica que sufre Europa.
El despacho de Cameron alega que el sistema actual de pensiones es insostenible con el aumento de la expectativa de vida de la población y ante la difícil coyuntura económica.
El primer ministro ha condenado la «irresponsabilidad» de la convocatoria a huelga y ha prometido que hará «todo lo posible por mitigar los efectos «.
Hospitales, colegios, y oficinas gubernamentales estarán cerrados u operarán bajo mínimos, y se esperan retrasos en los puertos y aeropuertos.
Las autoridades calculan que más de la mitad de las 21 mil 700 escuelas públicas de Inglaterra (el 58 por ciento) han cerrado sus puertas.
Sobre este particular, el ministro de educación, Michael Gove, ha acusado directamente a los sindicatos de «comprometer la recuperación económica del país» y ha asegurado que la huelga responde a «las ganas de pelea de un grupo de militantes».
Seis años de austeridad para los británicos
La huelga se produce tan sólo un día después de que el ministro de Finanzas, George Osborne, admitiera que el país está al borde de la recesión, con una expectativa de crecimiento reducida al 0,7 por ciento para el 2012 y un desempleo acercándose al 9 por ciento (22 por ciento entre la población juvenil).
Osborne prometió nuevas medidas para estimular la economía y crear empleo, aunque aventuró que los británicos tendrán que hacer frente a «seis años de austeridad».