Agencias- Aporrea.org
Santiago de Chile. – El ministro en visita Jorge Zepeda dictó el procesamiento del ex número dos de la DINA, brigadier (r) Pedro Espinoza, y del ex militar estadounidense Ray E. David por los homicidios calificados de los ciudadanos estadounidenses Charles Horman y Frank Teruggi, en 1973.
El emblemático caso fue recogido más tarde, en 1982, en la película «Missing» del cineasta Constantin Costa-Gavras, la que obtuvo importantes galardones internacionales.
De acuerdo a la investigación del magistrado, Horman fue detenido el 17 de septiembre mientras se dirigía a su casa, en Santiago, y posteriormente asesinado ya que se consideraba «subversiva» su labor como guionista en la estatal «Chile Films».
En tanto, Peruggi fue arrestado el 20 de septiembre en su casa de la comuna de Ñuñoa y llevado al Estadio Nacional, donde fue interrogado. Luego, el 22 de septiembre, murió tras recibir múltiples heridas a bala percutadas por agentes del Estado, que luego abandonaron su cuerpo en las calles de Santiago.
En el caso del ex militar estadounidense involucrado en el homicidio -quien en ese entonces se desempeñaba como Comandante de Grupo de la Misión Militar de Estados Unidos en Chile-, el juez Zepeda solicitó a la Corte Suprema que autorice su extradición para que sea juzgado en Chile.
El magistrado reconoció que el caso «fue muy sensible porque se trató de dos personas estadounidenses, en la cual, se sospechó de un principio que podía haber alguna participación de ciudadanos de su misma nacionalidad».
NOTA: En “Missing” (1982), Ed Horman (Jack Lemmon) y su esposa Beth (Sissy Spacek), buscan en vano determinar la suerte que corrió su hijo tras el golpe de estado ocurrido en Chile en 1973. La película fue filmada en Mexico bajo el más estricto secreto, y al momento de su estreno causó una gran polémica ya que ponía en tela de juicio la actuación de los agentes del gobierno estadounidense y la responsabilidad de la CIA en ese golpe de estado. La extrema derecha de los Estados Unidos exigió que el director, catalogado de “ese comunista europeo”, no trabajara más en el país. El director además enfrentaría una demanda impuesta por Nathaniel Davis, embajador norteamericano en Chile desde 1971 hasta 1973, quien aparece retratado en la película bajo un nombre diferente. La demanda por 150 millones de dólares, eventualmente sería desestimada. Pese a todos los problemas que tuvo que enfrentar el film, este sería aplaudido por la crítica quien le otorgaría la Palma de Oro al director, además del Oscar al mejor guión adaptado. Durante este periodo, el director tendría un fugaz paso como presidente de la Cinemateca Francesa.