Es el caso que: “Imaginariamente”, se constituyo la Corte Penal Internacional en el país de la Fantasía y en ejecución y aplicación de lo que se desprende del preámbulo de la carta que contiene los Estatutos, tenemos parte de la solución para la administración de justicia internacional, por el Genocidio y los Crímenes de Lesa Humanidad cometido por la OTAN y se sigue cometiendo para completar el sometimiento en el Estado Libio. Los redactores del Estatuto tuvieron presente los 65 conflictos armados en el mundo en los últimos 60 años con un saldo de 86 millones de civiles muertos y pocos responsables han sido juzgados, solo los vencidos.
En el 2.011 le toco a Libia, decenas de miles de niños, mujeres y hombres, han sido victimas de atrocidades que desafían la imaginación, que conmovieron y conmueven profundamente la conciencia de la humanidad por las crueldades, destrucciones, muertes, devastaciones, violaciones, excediéndose del contenido legal que atribuía la Resolución 1.973 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Claro estos sucesos constituyen una amenaza a la paz y la seguridad de la humanidad de los países que no se sometan a la hegemonía de las potencias imperiales en flagrante violación a los fines que le dieron nacimiento a esa organización, fracasada en la diplomacia y triunfante en el belicismo.
Es de afirmar que los graves crímenes que se cometieron en Libia, trascendieron a la comunidad internacional por lo cual los lideres de la OTAN no deben quedar sin castigo: Obama, Sarkozi, Berlusconi, Cameron, Angela Merkel, deben ser sometidos a la acción de la justicia; por ende así quede decidido y se ponga fin a la impunidad de los autores de esos crímenes como medio preventivo.
Hay que recordar que es deber de todo Estado ejercer su jurisdicción penal contra los responsables de los crímenes que se cometieron en Libia, por lo que la imaginaria Corte Penal Internacional constituida en el país la Fantasía abrirá juicios penal contra: Obama, Sarkosi, Berluskoni, Cameron, Angela merkel y sus bandas exterminadoras y les condene con castigo ejemplar para que se abstengan de recurrir Genocidio y Crímenes de Lesa Humanidad y a la amenaza o del uso de la fuerza contra la integridad territorial o la independencia política de cualquier otro Estado; y como sanción complementaria: el petróleo recurso abundante no será negociado con los países destructores y tampoco para ellos serán los contratos de reconstrucción de lo que ellos mismos destrozaron con sus bombardeos humanitarios, justicia imaginaria.
Los lideres de los países miembros de la OTAN, organización paramilitar del Consejo de Seguridad de la ONU, atribuyéndose facultades de policías y jueces mundiales cometieron Genocidio y Crímenes de Lesa Humanidad contra 70.000 civiles, destruyeron la infraestructura del pueblo libio, saquearon sus riquezas, asesinaron al líder Gaddafi y a casi toda su familia, váyase a contar tanto desastre que conmovió a la humanidad, para esos lideres asesino, magnicidas debe haber castigo en este mundo. Soberbia mentira: bombardeos humanitarios, crímenes en protección a la vida y violaciones en protección de derechos humanos, para garantizar: paz, justicia y libertad e instaurar la democracia sobre los muertos y la destrucción reinante en ese desgraciado país.
¿Se atreverá algún Estado solicitar la jurisdicción de la Corte Penal Internacional para enjuiciar a estos criminales convictos y confesos: Obama, Sarkozi, Berlusconi, Cameron, Angela Merkel, así como salieron bondadosos y genuflexos a condenar a Gaddafi? Solo en la imaginación de un justo en el país de la Fantasía puede ocurrir.
El dolor y el llanto sobre la sangre quemada todavía imborrable en el suelo libio, perdurará en la conciencia del pueblo digno, y el castigo ha de esperarse en el tribunal de Dios.
Seres malvados, busquen los Principios de la Carta de la ONU en los talones de las potencias imperiales. “Cuanto mayor es el poder, tanto mas daña si recae en hombres malos o necios que creen en la duración eterna de lo presente”. Los imperios caen en desgracia, la historia es testigo.
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