El golpe de estado de la BCE y de la gran burguesía europea
Sebastián Rojas

El sistema capitalista se envuelve en una crisis que lo conduce a la destrucción de riquezas, de fuerzas sociales y a la guerra. Sus cuentas internas, la “guerra inticapitalista”, no pudiéndola resolver ni con acuerdos ni con guerras externas, como en Libia, se ajustan en el terreno europeo. Las burguesías alemana y francesa, las grandes finanzas, desencadenan toda su furia contra las burguesías más débiles, los “pigs”; someten a las masas de esos países a sacrificios enormes para mantener el nivel de ganancia inalterado y salvarse ellos de una crisis que los arrastra.

Como analizara J. Posadas, la unificación europea ha sido construida bajo el dominio de Francia y Alemania pero tenía, a su vez, el objetivo de contener la crisis en los países capitalistas más débiles de manera de impedir el desencadenamiento en ellos de procesos revolucionarios. Hoy están jugando con fuego, porque las masas no se van a intimidar. La destrucción que el imperialismo ha hecho en Libia no va a paralizar a la clase obrera europea que está llamada a reaccionar frente a la crisis de los partidos burgueses y de la socialdemocracia que se rinden al poder de la gran finanza.

Hoy, con la elección de Monti en Italia y el otro “papanata” en Grecia, dos personajes ex BCE y banca mundial pasan a un nivel más avanzado del “modelo belga”. Bélgica continúa sin gobierno e Italia y Grecia se dejan gobernar por los banqueros. La discusión acá es subreal: la derecha dice “nosotros ganamos las elecciones y deberíamos gobernar pero cedemos a un gobierno Monti para salvar el país” y el centro izquierda dice “si se hacen elecciones nosotros ganamos (cosa que es verdad y es lo más terrible de la cuestión) pero mejor es que gobierne Monti porque ahora se trata de salvar el país”. La Liga del Norte va a la oposición denunciando ¡el gobierno del “rejuntado” y de la banca!. Los diarios, la TV, la central empresaria y los sindicatos amarillos todos embarcados detrás del gobierno Monti.

La CGIL se mantiene todavía con una política de esperar los primeros pasos del gobierno y pide, tímidamente, elecciones inmediatas. La izquierda, los comunistas, Refundación, son dejados de lados de los grandes medios, y también piden elecciones y medidas de transformaciones. El plan, puesto en practica ya con éxito para las agresiones militares en Yugoslavia y Medio Oriente es el siguiente: una campaña constante describiendo la situación catastrófica y dibujando fantasiosos escenarios apocalípticos (media, opinionistas de renombre, tecnócratas de la banca mundial y de la UE), entonces… no queda otro remedio que medidas draconianas y gobiernos que satisfacen la voracidad de los “mercados”.

Los gobiernos, griego e italiano, bombardeados de manifestaciones desde hace años han reglamentado las protestas y prohibido los “encapuchados” en las plazas. Cuando los verdaderos encapuchados son estos misteriosos “mercados”. Hay que tranquilizarlos, aplacarlos, darles confianza, darles ofrendas como a los dioses, que quiere decir dejarlos operar sin molestarlos. Son ellos los que deciden el gobierno en Italia. El procedimiento constitucional exige que el presidente le da el encargo a un personaje para formar el nuevo gobierno, éste debe tratar con los partidos presentes en el parlamento y obtener ahí, en el parlamento, el voto de confianza de la mayoría para después gobernar.

Ahora, en cambio, fue así: el presidente le dio el encargo a Monti, diciendo que era la mejor persona posible, después lo llamó Obama para decirle que estaba de acuerdo, después dio su apoyo Lagarde (FMI) y Draghi (BCE), Sarkosy y Merkel no solo lo apoyan sino que dicen de querer venir ya el viernes a Italia (el paseo en Trípoli, después de la destrucción) a saludar a Monti. Todo esto antes de que Monti se encuentre con los partidos, ni que decir de cuanto pueda ser importante para ellos el voto del parlamento.

La burguesía se saca la careta, nada de referéndum en Grecia, nada de elecciones en Italia, nada de gobierno en Bélgica. El partido Democrático se juega, nuevamente, su crédito residual en este pasaje histórico. La semana pasada organizó una gran manifestación contra el gobierno Berlusconi, alrededor de 200.000 personas que mostró la profunda contradicción entre la dirección y la base popular, que no va a poder contener en la fase de lucha que se viene ahora. Ahí proponían una cierta oposición al super poder de la BCE, un impuesto patrimonial (“deben pagar los que nunca han pagado”), un rol más predominante del Estado en la economía, inversiones, y se proponían como centro de un gran frente de centroizquierda en el que no excluían un acercamiento con Refundación, aunque obviamente no la contaban para el gobierno. Un frente de este tipo, las encuestas lo dan al 56%.

Ahora se traga todo eso y apoya a Monti, y va más allá porque le pide que se quede hasta el 2013. Pero la base no se va a quedar a esperar y a dejar las manos libres a Monti, por eso es que la CGIL todavía se mantiene con posiciones más criticas. Ya habría un acuerdo para la aplicación de un impuesto patrimonial, bastante reducido, aún con la organización empresarial. Total a ellos no es que les interesa mucho, porque sería un impuesto a la renta, inmobiliaria y financiera; “tareas burguesas” que quedaron para la faena proletaria.

Pero será imposible “equilibrar” esa receta del llamado plan de estabilidad impuesto por la Banca Europea a Italia. Se trata de reforma de la jubilación (todos a 67 años), transferencias de los empleados públicos con reducción de sueldos, licenciamientos fáciles, precariedad laboral difusa, eliminación del contrato nacional de trabajo, ventas del patrimonio publico (a cuánto el Coliseo?), privatizaciones de servicios públicos (a meses de la decisión popular que estableció, en cambio, que el agua es un bien publico). Como decimos son medidas económicas acompañadas de medidas de eliminación de los derechos sindicales y de las prerrogativas democráticas mínimas, decididos por “poderes neutros”. Es mentira, se trata del ataque de clase más feroz de los últimos tiempos, al que la izquierda, los sindicatos, indignados, estudiantes deben responder con todas sus fuerzas. La crisis no debe ser pagada por las masas y “democracia real” ya mismo.

Se requiere un frente de la izquierda, sindicatos y movimientos sociales de toda Europa, ya mismo la de los llamados “pigs”, por un programa de nacionalización de la banca y de inversiones para mejorar las condiciones de vida de las masas. En Italia se muere bajo las lluvias “tropicales” que ahora azotan los países del sur de Europa; en Génova, La Spezia, en Roma misma han muerto decenas de personas por la incuria capitalista. Un plan de inversiones para recuperar el territorio del estado al que lo ha llevado la especulación inmobiliaria y la construcción desenfrenada en las grandes ciudades.

Tasar la renta inmobiliaria y especulativa, expropiar la industria subsidiada que licencia, como la Fiat o que deslocaliza a los países con bajos salarios. La izquierda debe unificar los “pigs” con un programa de transformaciones sociales y una lucha común por el poder en Europa, para romper con el modelo de Mastrich y pasar a la unificación socialista.

La deuda no se paga, hacer como en Ecuador. Una auditoria publica que reconozca y separe la deuda legítima de la que es especulativa, y esa no se paga. Expropiar las propiedades de la economía criminal, de las mafias y los paraísos fiscales.

Es paradójico sentir hablar de la “deuda griega” cuando es la humanidad toda que, en cambio le debe a los griegos la posibilidad de una existencia digna e inteligente, de los que ha aprendido que se pueden subvertir los destinos ya “señalados” por el pensamiento único capitalista. La deuda es parte del funcionamiento de la sociedad capitalista, no es consecuencia de un gobierno u otro. Benigni recordaba en una de sus “juglares” que todavía existe una deuda de Inglaterra con la República de Florencia, durante los Medici, que si fuera reivindicada y, al cambio actual, dejaría a Camerum con el culo por tierra. Y qué sería de Sarkozy si los haitianos reclamaran el dinero que han tenido que rembolsar por haber osado rebelarse al poder de Napoleón? Los negros de Haití han conquistado la primera independencia de un país americano, aún antes que los EEUU, y los franceses le impusieron un embargo y el pago de una multa durante años que desangró el país llevándolo a la miseria actual. Correa cuenta en una entrevista que entre los prestamos adquiridos por los gobiernos anteriores existía uno con una cláusula compromisoria aberrante, que imponía un rembolso durante años y años con un plazo de extinción que dependía de la existencia en vida de la familia Kennedy y sus descendientes (?).

Las masas italianas que han vivido con sufrimiento el gobierno Berlusconi, que han sido penalizadas duramente en cuanto a derechos y condiciones de vida, no han festejado en modo importante su caída. Han comprendido que no han sido ellas mismas a liquidarlo sino una maniobra de palacio, en la cumbre de la economía, y que, ahora deberá resistir con fuerza al golpe de estado de la banca central y de los potentes de la Europa capitalista.

VOZ POSADISTA- IV INTERNACIONAL

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