El doctor Mauricio Castellano, citado por Zelaya, envió por vía telefónica sus resultados, y explicó que ese tóxico, también conocido como ácido cianhídrico y que estaba presente en una concentración de 100 a 200 partes por millón, bloquea la respiración celular al entrar en contacto con el hierro sanguíneo.
Ello produce vértigo, náuseas, vómitos, dolores abdominales, cefalea, sangrado nasal y dificultades respiratorias, agregó la fuente.
La información fue provista durante una rueda de prensa que brindó Zelaya para denunciar los hechos.
El presidente constitucional rechazó además la intervención electrónica de las comunicaciones de la embajada y el acoso con «cañones sónicos» que provocan zumbidos que afectan la salud de las personas en la embajada.