Astrónomos de todo el mundo apuntaron sus telescopios para tratar de observar el asteroide 2005 YU55, del tamaño de un portaaviones pero imposible de observar a simple vista, cuando se arrimó a la Tierra en su momento de mayor proximidad, a las 23H28 GMT.
“La influencia gravitacional del asteroide no tendrá un efecto detectable en el planeta, incluyendo mareas y placas tectónicas”, había afirmado la NASA previo al paso del asteroide.
Este cuerpo celeste circular, de 400 metros de ancho, recorre con frecuencia los alrededores de la Tierra, Marte y Venus, pero “el acercamiento de 2011 será el más próximo a la Tierra en por lo menos 200 años”, había indicado la NASA.
La próxima vez que un asteroide tan grande se acerque a la Tierra a una distancia comparable será en 2028, agregó.
Y el próximo pasaje más cercano a la Tierra del 2005 YU55 tendrá lugar en 2094, a una distancia de 269.000 kilómetros, según las previsiones.
Observaciones del asteroide realizadas en 2010 con el radiotelescopio estadounidense de Arecibo en Puerto Rico, indican que es un objeto de forma casi esférica y gira lentamente sobre sí mismo en 18 horas. Su superficie es más oscura que el carbón.
La NASA comenzó a seguir al 2005 YU55 desde el viernes pasado. La antena de la NASA en Goldstone, California (oeste), tomó imágenes de radar del asteroide, que parecía un gran huevo gris, y las publicó en el sitio web de la NASA.
Los científicos analizan los ecos de las ondas de radar que rebotan en la superficie del asteroide, obteniendo así imágenes precisas de este objeto que revelarán muchos detalles de su forma y sus dimensiones.
El asteroide 2005 YU55, descubierto hace casi seis años por el astrónomo estadounidense Robert McMillan de la Universidad de Arizona, es uno de los más de 8.500 cuerpos celestes -asteroides y cometas- cuya órbita pasa cerca de la Tierra, que han sido descubiertos y catalogados hasta el momento por la NASA.
La agencia espacial calcula sus órbitas para determinar si representan un peligro para la Tierra.
En un informe reciente, la NASA revisó a la baja el número de grandes asteroides cerca de la Tierra capaces de destruir una gran ciudad.
Estas estimaciones surgen del relevamiento más preciso hasta la fecha de objetos rocosos que recorran menos de 195 millones de kilómetros alrededor del Sol y se encuentren lo suficientemente cerca de la órbita de la Tierra.
La NASA ya identificó el 93% de los asteroides más grandes -de al menos un kilómetro de diámetro- situados cerca de la Tierra, un objetivo fijado por el Congreso en 1998.
(Con información de AFP)