Pascual Serrano
Rebelión
Internacional

El policía en la redacción

Esta historia la desvela mi buen amigo Gennaro Carotenuto en su blog. Se refiere a una noticia de The New York Times el 1 de octubre sobre unas detenciones de la policía de Nueva York a activistas del movimiento Ocupa Wall Street. Las capturas de imágenes permiten apreciar la diferencia del texto del pie de foto en el transcurso de veinte minutos. La primera dejaría en evidencia la miseria de la acción policial, que detuvo a los manifestantes tras haberles permitido realizar la acción de protesta: “Después de permitirles atravesar el puente, la policía los bloqueó y arrestó docenas de activistas de Occupy Wall Street”. Veinte minutos más tarde sustituyen el pie de foto y omiten que los manifestantes sólo estaban haciendo algo que previamente les había autorizado la policía: “En el tenso enfrentamiento sobre el East River, la policía detuvo a centenares de activistas de Wall Streets después de que marcharan sobre el puente de Brooklyn”. Existe otro detalle de interés. El segundo texto incorpora un nuevo autor, una nueva firma: Al Baker. Resulta lógico deducir que es su participación la que provoca el cambio del texto. ¿Y quién es Al Baker? Como bien se dice en su currículum de The New York Times, se trata de nada menos que el jefe de policía de la oficina de The New York Times que simultanea su labor de policía con la de colaborador de prensa. Si seguimos observando su papel en The New York Times comprobamos que más de la mitad de los artículos que firma es junto con otro periodista. En conclusión, que se trata del censor del departamento de policía que, además, no sólo se permite eliminar lo que no es del gusto de la autoridad armada, sino que escribe lo que considera y hasta firma y reconoce su autoría.

 

Aparece pero empeora

El mes de septiembre acabó con el presidente venezolano Hugo Chávez ofreciendo, en perfecto estado físico, una maratoniana rueda de prensa que desmentía las informaciones de que había sido ingresado por un fallo renal. El 3 de octubre el propio diario El País tuvo que reconocer la presencia pública constante del presidente venezolano:

    Hugo Chávez apareció ayer en pantalla, en medio de una reunión de negocios con delegados bielorrusos. El sábado se le vio, por la mañana, regalando electrodomésticos a familias pobres y presidiendo un Consejo de Ministros por la tarde. El viernes, Chávez habló por teléfono hasta la medianoche a través del programa de opinión La Hojilla, que transmite la estatal Venezolana de Televisión. Y el jueves, el presidente venezolano batió récord con cuatro apariciones a través de las radios y televisiones del Estado…

Eso sí el titular debería ser este: “Chávez amplía sus apariciones mientras empeora su aspecto”.

 

España

Fin del terror

Así titulaba en primera página El País el 18 de octubre: “El foro de San Sebastián reclama a ETA el ‘fin definitivo’ del terror”. Bastaba leer las primeras líneas para comprobar que lo que reclama la conferencia internacional sobre la paz era “cese definitivo de la actividad armada”. El diario es libre de pensar que la actividad armada de ETA es terror, pero entonces no estará informando de lo que decía el foro de San Sebastián. Podían haber titulado también “El foro de San Sebastián pide a los gobiernos que dialoguen con ETA”, que es algo que sí aparece en el documento. Como se puede apreciar, un mismo manifiesto puede servir para titulares muy diferentes. Más todavía si se le añaden palabras que no existen en ese documento.

En nombre de la autoridad

El 28 de octubre, la edición madrileña de El Mundo titulaba “La Policía debe blindar la Puerta del Sol contra los ‘indignados’ por orden de la Junta Electoral”. La entradilla señalaba:

    La Policía deberá impedir que los indignados vuelvan a concentrarse en el Kilómetro cero. La Junta Electoral de Madrid ha prohibido las manifestaciones en la Puerta del Sol y otros lugares emblemáticos como Callao o Plaza Castilla. La razón: ‘Son lugares reservados para actos de la campaña electoral’.

La noticia hacía referencia ala Disposición de la Junta Electoral publicada en el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid el pasado 12 de octubre para «cumplir con la Ley Electoral, que obliga a reservar locales oficiales y lugares públicos para la realización gratuita de los actos de los partidos». Ésta afirma lo siguiente:

    Don Jesús María Serrano Sáez, presidente de la Junta Electoral de Zona de Madrid. Hago saber: Que dando cumplimiento a lo dispuesto en el apartado 2 del artículo 57 de la Ley Orgánica 5/1985, del Régimen Electoral General, por medio del presente se hacen públicos los locales oficiales y lugares públicos que se reservan para la realización gratuita de los actos de campaña electoral, para que los representantes de las candidaturas proclamadas puedan solicitar ante este Órgano Electoral la utilización de locales y lugares públicos que, por municipios, a continuación se relacionan, y que son competencia de esta Junta Electoral.

Como bien señalaba César Pérez Navarro en el “laboratorio de noticias” de Tercera Información, no se prohíbe nada, sino que se reservan lugares públicos que los partidos podrán usar (o no) en campaña. Ninguna relación con el titular de El Mundo que, una vez más, presenta sus deseos como decisiones de las autoridades.

Pascual Serrano es periodista. Su último libro es «Contra la neutralidad. Tras los pasos de John Reed, Ryzard Kapuścińsky, Edgar Snow, Rodolfo Walsh y Robert Capa». Editorial Península. Barcelona

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