De acuerdo al periódico galo Le Monde, el presidente Nicolás Sarkozy y la canciller alemana Ángela Merkel han bloqueado una parte del primer préstamo para el país heleno, valorado en 8.000 millones de euros.
La cifra corresponde a un paquete aprobado en mayo de 2010 a cambio de que Papandreu aplicara un conjunto de medidas neoliberales que afectan especialmente a las clases populares.
En Alemania las reacciones contra la consulta popular han superado el descontento y se han convertido en amenazas. El ministro finlandés de Asunto Europeos y Comercio Exterior, Alexander Stubb, advirtió que el referéndum griego implica, en realidad, “una votación sobre su pertenencia a la UE”.
La propuesta del gobierno griego impactó de tal manera en las cúpulas financieras europeas que hasta la agenda de la Cumbre del G20 que se llevará a cabo en Cannes, Francia, ha cambiado.