El fundador de Wikeleaks, en arresto domiciliario en la mansión de su amigo y protector Vaughan Smith en Norfolk, puede ser extraditado en un plazo de 10 días, aunque lo más probable es que eleve un recurso ante el Tribunal Supremo.
La Fiscalía sueca acusa a Assange, de 40 años, de tres delitos de agresión sexual y uno de violación tras la denuncia de dos mujeres, que aseguraron que los hechos ocurrieron en agosto de 2010.
Decenas de seguidores se han agolpado este miércoles en los tribunales de Londres para expesar su apoyo al fundador de Wikileaks, que no pareció excesivamente afectado por la noticia, como si supiera de antemano lo que le esperaba.
Aun así, sus abogados están dispuestos a agotar los recursos legales en el Reino Unido ante el temor de que, en el caso de ser extaditado a Suecia, pueda ser reclamado en última instancia por la Justicia norteamericana y juzgado por espionaje y difusión de material clasificado del Departamento de Estado.
El vicepresidente norteamericano, Joe Biden, y el primer ministro británico, David Cameron, participaron precisamente ayer en unas jornadas sobre seguridad en el ciberespacio que han servido de antesala a la decisión judicial contra Assange.