ABN (Lena Jahn).


Cada día, Pedro Vargas transporta pasajeros unidos por una circunstancia afín: padecen alguna enfermedad catastrófica que los obliga a permanecer bajo medicación excepcionalmente costosa.

El recorrido es breve. Entre la estación del Metro Los Cortijos y la Farmacia de Medicamentos de Alto Costo del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS), en Los Ruices. Allí, personas con enfermedades crónicas reciben absolutamente gratis todas las medicinas que requieren, en muchos casos, para continuar viviendo.

“Mi trabajo es gratificante, es una experiencia muy bonita en la que puedo tenderle mi mano amiga a gente que verdaderamente la necesita”, dice Pedro, quien realiza al menos 20 viajes diarios en una de las dos unidades dispuestas por el instituto para facilitar el acceso a quienes no poseen vehículo propio.

Entre las satisfacciones espirituales que le brinda su labor, destaca el ánimo y optimismo de los pasajeros, muchos de ellos con enfermedades terminales o limitados para desempeñarse plenamente.

“La actitud de la gente es admirable: amables, cariñosos; claro, eso se corresponde con el trato que les brindamos desde que suben al autobús para ir a la farmacia hasta que se bajan para tomar el Metro, rumbo a sus hogares”, comenta.

Pedro dice que no hay mejor medicina que el buen trato, y bajo esa premisa se desempeña día tras día en una labor que no deja de calificar como reconfortante.

Algunos, como Miriam Medina, vienen por primera vez. Su esposo padece de melanoma y fue referido por la Clínica Luis Razetti para dar curso a su tratamiento.

Rafael Ramos, quien requiere medicación por el área de urología, también está descubriendo la farmacia: “Esto es sensacional, fantástico. No es sólo la gratuidad sino la atención y el servicio de calidad”, dice.

Otros, como Iraima Villegas, han visitado anteriormente la farmacia y ya son pacientes asiduos, pues han quedado incluidos en la base de datos. Ella es transplantada de riñón y necesita medicinas para mantener estable su organismo.

“La atención es excelente y hoy me enteré del servicio de transporte. Ahora empezaré a utilizarlo”, comenta.

Brígida Caravallo viene por hormonas de tratamiento luego de haber padecido cáncer de mama, y no sólo aplaude el servicio sino que invita a su divulgación.

“Hay que dar a conocer el óptimo funcionamiento de esta farmacia, la primera vez que vine me impresionó y hoy veo que se mantiene en perfectas condiciones: limpio, equipado y de alta tecnología, además de su excelente y rápida atención”.

Megafarmacia piloto

El pasado 6 de julio, el IVSS inauguró la Farmacia de Medicamentos de Alto Costo de Los Ruices, la cual distribuye medicinas para curar enfermedades catastróficas o para mantener en buen nivel la calidad de vida del enfermo.

La iniciativa forma parte del Programa de Dotación de Fármacos que desde hace muchos años lleva adelante esta institución, adscrita al Ministerio del Poder Popular para la Salud.

“Lo que ha cambiado es la mejora en la distribución de los medicamentos a nivel nacional, así como la infraestructura y la calidad en la atención al paciente”, dice la directora de Farmacoterapéutica del Seguro Social, Verónica Crespo.

Explica que este recinto se une a los 54 que existen a nivel nacional, con la diferencia de que esta vez se trata de una farmacia piloto, pues es la única que funciona de manera externa e independiente de un centro asistencial.

Ofrecen tratamiento gratuito de la más alta calidad para enfermedades crónicas como cáncer, hepatitis, hipertensión pulmonar, pubertad precoz, artritis reumatoidea, psoriasis, osteoporosis severa; así como medicación para incrementar la fertilidad y para pacientes transplantados.

Hasta la fecha, más de 19 mil personas han sido atendidas por esta farmacia -entre 600 y 700 pacientes por día- quienes han retirado gratuitamente medicamentos que superan en costos los 70 millones de bolívares.

De acuerdo con Crespo, la intención es replicar esta modalidad de centro piloto en los estados Zulia y Carabobo, que siguen al Distrito Capital en número de enfermos crónicos, y así incrementar la cifra de pacientes atendidos a escala nacional, cercana a los 40 mil, que incluye extranjeros residenciados.

Para garantizar cobertura en los 54 establecimientos del país, el IVSS invirtió 2 mil 400 millones de bolívares en la adquisición de medicamentos suficientes hasta marzo del año que viene, a través de un proceso de contratación programada.

“Contamos con inventario suficiente de todos los productos para mínimo tres meses, ya que recibimos entregas trimestrales para no almacenar los fármacos por demasiado tiempo”, detalla.

Entre las adquisiciones, destacan medicamentos para tratar Hunter y Gaucher, dos de las denominadas enfermedades huérfanas por su rareza y por el bajo índice de personas que afectan.

“Son catastróficas y su tratamiento, que es de por vida, puede superar los 21 mil bolívares mensuales”, precisa Crespo.

Para ambas enfermedades, el Seguro Social debió tramitar los permisos correspondientes para importar la medicación, pues su baja incidencia en el país nunca motivó la producción nacional de estos fármacos.

“Tenemos sólo nueve enfermos de Hunter y 33 con Gaucher, pero eso no fue impedimento para que hiciéramos todas las diligencias orientadas a garantizar tratamiento a estas personas y mejorar al máximo su calidad de vida”.

Garantía de supervivencia

Muchos de los enfermos crónicos requieren medicamentos de alto costo para ganarle la batalla a la muerte. Otros, padecen enfermedades con las que deben aprender a vivir, pues no son curables, y que igualmente precisan de fármacos inaccesibles incluso para los bolsillos más holgados.

“No es un ahorro lo que brindamos al paciente sino la garantía de vida, en algunos casos, y calidad de vida, en otros, mediante la entrega gratuita de medicamentos de calidad que cumplen con todos los requisitos”, dice Crespo.

Explica que para registrarse en el Seguro Social sólo es necesario que el paciente acuda con su ficha de quimioterapia (formato prediseñado para las diversas enfermedades), su informe médico, fotocopia de su cédula de identidad y un récipe por cada medicamento indicado. Una vez incluido en la base de datos, sólo deberá presentar el récipe.
En caso de que el enfermo esté imposibilitado para asistir, un familiar directo puede inscribirlo y acudir periódicamente a retirar la medicación, siempre y cuando presente una autorización firmada.

Con miras a facilitar la entrega de medicamentos, el IVSS ha aproximado la distribución de fármacos a los hospitales Padre Machado, J.M. de Los Ríos y Luis Razetti, y así garantizar tratamiento a los pacientes dentro de su centro asistencial.

De acuerdo con Crespo, se tarta de acciones conjuntas dirigidas a brindar la mejor atención posible a personas que, por circunstancias adversas, ocupan un lugar en el que cualquier persona eventualmente podría estar.

“Es una labor de mucho compromiso, de mucha mística. Es muy bonito saber que ayudas a gente que depende de esas medicinas para mejorar su calidad de vida o simplemente para seguir viviendo”, expresa.

Asegura que la clave para continuar prestando un servicio eficiente reside en ponerse en los zapatos del otro y entender la vida como una ruleta incierta.

“Hoy estamos sanos pero mañana quizás no lo estemos. Vamos a tratar a estar personas como nos gustaría que nos trataran a nosotros, como si la atención fuere para nosotros, porque en cualquier momento puede ser así”.