Tortilla con Sal/Rebelión

Entrevista con Miriam Miranda líder del Frente Nacional de Resistencia al golpe y de la Organización Fraternal Negra de Honduras (OFRANEH)

Entrevista realizada en el día 69 de la resistencia contra el golpe, poco antes de la la primera Asamblea del Frente que se hizo el día 6 de septiembre 2009
TcS : Una pregunta que está en la mente de mucha gente en la región ahora es ¿qué va a pasar en Honduras ya que ha empezado el proceso que va a conducir a las elecciones espurias del 29 de noviembre? Todavía no ha regresado el Presidente legítimo de Honduras, Presidente Manuel Zelaya Rosales. Del punto de vista de usted Miriam, ¿qué implica eso en términos de la situación política en el país?

MM: Bueno, hoy estamos a sesenta y nueve días ya de resistencia y creo que es importante a mencionar el hecho de que la gente, el pueblo sigue movilizándose. Ayer hubo una movilización muy importante. La gente sigue en las calles. Sigue desarrollando actividades a nivel del país no solamente en el capital de la república. De hecho, el gobierno de facto, es decir, los golpistas, la derecha y extrema derecha de Honduras y de Centroamérica, del mundo, América Latina apuestan a que el proceso electoral se convierta en algo que juega un papel mediático para ellos en la lucha contra ellos los golpistas y en la lucha a favor de la restitución de la institucionalidad en el país. Ellos están apostando a eso. Por eso fue que efectivamente han convocado y han declarado con júbilo el primero de septiembre como el primer día del inicio de la campaña política.

Creo que en Honduras estamos viviendo una situación inédita, una situación que no se esperaba. El pueblo hondureño realmente, realmente está comenzando a hacer un proceso de levantamiento de la mente, del pensamiento. Está pensando en una forma diferente. Esa es una cosa positivísima. Si ha habido una cosa que ha sido valiosa, verdad, en este golpe de estado, es que el pueblo hondureño está empezando a pensar que las cosas no son blanco y negro, que hay una situación que ha habido viviendo el país con una oligarquía, con un poder fáctico mercenario, de lo peor, verdad.

Yo creo que en ese sentido por primera vez en la vida también se empieza a cuestionar el proceso electoral. Estamos hablando de la gente en las comunidades, gente en el pueblo, en las calles que dicen «¿por qué? ¿para qué unas elecciones, cuando cualquiera que gane también lo va a sacar el ejército?», ¿no? Y este hecho es importante porque si hay a nivel de las comunidades, si hay a nivel de las organizaciones posiciones muy, digamos así, firmes en que no debe de ver un proceso electoral, que no debe de votarse y aparte a que hay gente en su casa que están pensando «no vamos a votar, no voy votar», hay un número muy alto ya de la población hondureña que no piensa votar.

Entonces a todas luces este va a ser un proceso electoral -si es que se da, porque creemos nosotros que no debe darse, que no hay condiciones para elecciones en el país hasta que se restituye Manuel Zelaya- y si se da es un proceso electoral donde no van a votar la gente y solo van a poner a un presidente de dedo pues, o sea que el poder está en las manos del ejército y ellos ya le han dado el visto bueno al Tribunal Nacional Electoral y por supuesto la derecha, ¿no? los partidos políticos bipartidistas, el Partido Liberal y el Partido Nacional, históricamente.

Entonces yo creo que ahorita nos encontramos en una nueva coyuntura por este proceso de resistencia a partir del momento en que se ha iniciado este proceso electoral, en abierta violación a todos los, digamos, no solamente acuerdos sino a todos los pronunciamientos a nivel mundial que dicen que no se va a reconocer cualquier presidente que gane en estas condiciones. Pero ellos están apostando como la última carta – yo lo siento así – de que para llamar a la calma, que la gente van a ir a las elecciones y que estará terminado el asunto.

Están totalmente equivocados. Totalmente equivocados porque la gente se va a preparar para no ir a elecciones, para boicotear a las elecciones. Eso es una de las cosas que la gente está pensando y puede ser de una manera muy tranquila, muy callada, de únicamente no llegar a las elecciones.

Entonces yo creo que se están volviendo a equivocar con este pueblo hondureño, la derecha. Y esa es una de las cosas que me parece que es importante rescatar también de este proceso, que cada día se vuelve más… efectivamente hay un proceso que se está volviendo de más días, pero también se vuelve más interesante la lucha y la resistencia porque ahora más que nunca el pueblo hondureño se está preparando para instalar una Asamblea Nacional Constituyente.

Esa es la consigna. Ese es el objetivo. Y ese es el paso que tenemos que dar. Y yo creo de que lo hemos ganado como hondureños. El pueblo hondureño ha ganado el derecho a construir un nuevo proceso, un proceso de cambio, a generar un proceso de cambio diferente en este país. Y yo creo que es una de las cosas más importantes que ha generado y que ha dejado realmente este golpe de estado.

TcS : A estas alturas ¿que relevancia tiene el Presidente Manuel Zelaya?

MM : Bueno, el Presidente Zelaya sigue siendo el eje movilizador. No podemos negar eso. O sea la gente sigue en las calles, mucha gente en las calles, y de hecho creo que una de las cosas en que se equivocó la derecha y los golpistas es que pensaban «Sacamos a Manuel Zelaya y la gente queda tranquila, no le importa». Como decíamos, se volvió más popular que nunca, después del golpe de estado, el Presidente Manuel Zelaya. Y más allá de la presencia de él, hay un derecho que está ganándose. El Frente Nacional de Resistencia apostamos a construir un modelo diferente y de hecho es importante, no se puede negarlo, el regreso del Presidente. La gente lo espera ¿verdad? la gente espera la restitución.

Porque también al regresar Presidente Manuel Zelaya, es una restitución de la institucionalidad y la gente se va a sentir de alguna manera más segura. El pueblo hondureño espera el regreso de Manuel Zelaya para sentir que vive en una democracia. De hecho, creo que eso es una de las cosas importantes porque nadie quiere tener el ejército como …porque ese es el que manda. Goriletti no manda. El que manda es el ejército. Entonces nadie quiere tener de gobierno al ejército. Nadie. Ni en ningún país del mundo se espera tener el ejército de gobierno. Y eso es lo que está pasando en este momento porque ellos son los que mandan realmente. Es solamente un títere, este Micheletti.

Entonces yo creo que es importante eso. Pero como decía, el Presidente Manuel Zelaya tiene un período corto para gobernar y esto comienza, o sea la lucha del pueblo de la Resistencia, después de dos meses y días de estar en resistencia, pero la lucha continua y comienza ese verdadero proceso de cambio que queremos como hondureños para cambiar las relaciones del poder en este país. Porque este es un país con un poder fáctico, de una derecha realmente que ha sumido no solamente en la desgracia al país, sino que cada día se vuelve más voraz.

TcS : ¿Usted piensa que el Frente de Resistencia es capaz de mantenerse firme? ¿O piensa que los factores del oportunismo por lo de las elecciones va a causar al Frente a dividir?

MM : Creo que no debemos de negar, o de olvidar más bien, de que el Frente es un proceso. Es una plataforma diversa. Es una plataforma diversa y allí están también los líderes en resistencia, la UD (Unificación Democrática), la candidatura independiente, como también están los sindicatos, todos los movimientos sociales incluso en este caso el movimiento indígena y garífuna ¿no? Entonces pueden surgir diferencias pero yo creo y confío que mediante el diálogo, mediante el análisis que tengamos nosotros todos dentro del Frente, podemos llegar a acuerdos para que haya una voz única, como ha habido hasta ahora de la resistencia.

Y esperamos que en los próximos días que van a ver algunos espacios de discusión y de análisis que sacan unas decisiones más firmes y contundentes respecto al proceso electoral que de hecho ya hay algunos de los candidatos están mencionando y han puesto, incluso hay alcaldes que tienen toda la seguridad de ganar y han dicho que no van a la campaña que no van a participar en el proceso electoral, que no deben de implementarse en la situación en que estamos. Entonces, yo espero como esperamos todas y todos de que haya mucha sabiduría para que tengamos un Frente como hasta ahora y que este proceso electoral no va a ser digamos la punta de lanza con que nos van a dividir.

TcS : Y en este momento ¿qué esperan ustedes en el Frente Nacional de Resistencia de la solidaridad internacional?

MM : Bueno, nosotros esperamos que se incremente más bien, que sea una solidaridad, digamos, activa. Estamos viendo que están haciendo movilizaciones. Están haciendo campañas de recaudación de fondos en algunos países y por la gente hondureña por ejemplo en los Estados Unidos. Casualmente hoy en California hay una actividad y así. Pero queremos también en América Latina una mayor acción, que nos sumemos todas y todos porque este golpe no solo digamos que tiene un efecto negativo para todos nosotros, sino que también lo mostremos en la práctica.

Y hay compañeros y compañeras muy valiosos que se han llegado a Honduras y también se han llegado algunas organizaciones de solidaridad y han hecho acciones de solidaridad en su país. Y nosotros hacemos un llamado a fortalecer esas acciones de solidaridad a entender que nosotros no vamos a levantar la lucha en las calles y en esas calles se necesita agua, alimentos. Se caminan kilómetros y kilómetros dentro de la misma capital caminando. A veces hace falta hasta una bolsita de agua para los miles de personas que andan en las calles.

Ha habido mucha solidaridad del mismo pueblo hondureño eso no podemos negar también en recoger alimentos y hay un centro, una bodega. Pero también necesitamos una solidaridad en que se hagan cabildeos en Europa, en Estados Unidos, por parte de otros países para que realmente haya una mayor decisión de estos organismos que toman decisiones para que hay una mayor decisión mucho más fuerte a las sanciones que deben de haber contra este régimen golpista contra este gobierno de facto, este gobierno que se ha convertido en una dictadura.