En entrevista exclusiva para teleSUR, Ragnar, destacó la voluntad de su Gobierno en encontrar junto al pueblo la solución al problema de la crisis, en la que muchos perdieron sus ahorros.
Para ello, se vetó la ley que exigía cancelar el 55 por ciento de la duda con instituciones financieras internacionales y se nacionalizaron los principales bancos.
“Los bancos en Islandia eran privados y gracias a que somos parte de un mercado financiero europeo, ellos podían operar en otros países, de esta forma 80 por ciento de sus operaciones eran realizadas en el extranjero. En el caso de uno de esos bancos, los gobierno de Gran Bretaña y Holanda tomaron la decisión de retornar el dinero sin consultarnos y luego enviaron las facturas de los gastos generados a Islandia”, señaló Ragnar.
Asimismo, resaltó que derogar la ley que incrementaba las deudas de los ciudadanos y la inflación fue muy “dramática” porque todos los gobiernos europeos apoyaban a Holanda y Gran Bretaña y lo que ellos estaban solicitando, razón por la cual los riesgos eran enormes.
“No fue sólo una decisión que debía tomar entre los intereses del mercado financiero y la voluntad democrática del pueblo de Islandia, sino que también tuve que lidiar con la presión política proveniente de todos los gobiernos de la Unión Europea, quienes afirmaban que si no aceptaba ese trato, el país no iba a tener oportunidad de beneficiarse del Fondo Monetario Internacional”, agregó.
En este sentido, el Mandatario islandés apuntó que la decisión que tomará su Gobierno debe responder a la voluntad democrática del pueblo.
“Tres años después podemos decir que en Islandia hemos salido rápidamente de esta crisis”, a la que entró en 2008.
Olafur Ragnar, recordó que esa situación se derivó de las ideologías económicas que fueron desarrolladas en los Estados Unidos y Reino Unido en los años 80, que se convirtieron en las teorías económicas dominantes en un gran grupo de países en Europa y la nación norteamericana en los años 90 y en la primera década del siglo XXI.
Al respecto, agregó que “el núcleo de esto consistía en que se debía privatizar tanto como fuera posible. Que se dejara de regular tantas áreas como se pudiera, en brindarles un gran campo a las instituciones financieras para que pudieran crecer pensado que era la mejor forma de controlar el crecimiento de la economía”.
Por otra parte, Ragnar destacó que otra razón de la crisis en Islandia, fue la falta de regulaciones y la ausencia de supervisión de las instituciones políticas y financieras.
Luego del estallido de la burbuja financiera en Wall Street, los tres principales bancos de Islandia quebraron y los islandeses se vieron asfixiados por el colapso financiero, pues muchos habían solicitado préstamos hipotecarios.
La moneda del país, también se vio afecta y sufrió una depresión de un 44 por ciento, la inflación se desbocó y el desempleo llegó a casi un 10 por ciento.
Ante la situación, el Fondo Monetario Internacional (FMI), planteó como medida de rescate recortes en el área de salud y educación, pero los islandeses optaron por capturar y encarcelar a los responsables de la crisis ademas de negarse a pagar las deudas contraídas por sus bancos y dejar que se fueran a la quiebra sin la inyección de dinero público.
Actualmente, el Gobierno de Islandia gestiona su incorporación al bloque de la zona euro. La solicitud se encuentra en estudio pese a que un grupo importante de ciudadanos y una representación del Parlamento se niegan a la iniciativa.