Los índices mundiales de precios de los alimentos alcanzaron máximos históricos en febrero y fueron un factor en los disturbios de la Primavera Arabe en el norte de Africa y Oriente Próximo.
“Es previsible que continúe, y posiblemente aumente, la volatilidad de los precios de los alimentos con altos precios,” dijeron la Organización para la Alimentación y la Agricultura, el Programa Mundial de Alimentos y el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola en un informe conjunto.
“La demanda de los consumidores en economías de rápido crecimiento se incrementará, la población sigue creciendo, y un mayor crecimiento de los biocombustibles (que desplazan cultivos alimentarios) plantearán demandas adicionales en el sistema alimentario,” agregaron.
El informe dijo que, como consecuencia de ello, los agricultores y consumidores pobres en los pequeños países importadores, especialmente en Africa, serían más vulnerable.
El reporte resaltó que las fluctuaciones de precios a corto plazo tenían impactos a largo plazo en el desarrollo, privando a los niños pequeños en las zonas vulnerables de nutrientes esenciales, lo que incrementaba la probabilidad de que siguieran siendo pobres.
El informe señaló que muchos países de Africa y otras regiones dependientes de las importaciones siguen sufriendo problemas causados por las crisis alimentarias y económicas de 2006-2008.
Y dijo que crisis como la actual hambruna en el cuerno de Africa estaban poniendo en peligro el objetivo de la ONU de reducir el número de personas que sufren hambre a aproximadamente 600 millones de personas en el 2015, frente a 1.020 millones en el 2009.
En el 2010, Naciones Unidas dijo que el número cayó por primera vez en 15 años, a 925 millones. Pero no actualizó la cifra anual en el último informe, diciendo que estaba revisando su metodología y querían empezar a ofrecer más actualizaciones puntuales.
(Con información de Reuters)