Efe

«Considero a Israel como una amenaza para su región y alrededores porque tiene la bomba atómica». El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, sigue dando muestras de lo erosionadas que se encuentran las relaciones entre ambos países después de que Israel se negara a pedir perdón por el asesinato de nueve activistas turcos en 2010 durante el asalto al Mavi Marmara.

Erdogan volvió a acusar a Tel Aviv de practicar «terrorismo de Estado», una expresión que ha repetido desde que aquel ataque a la Flotilla de la Libertad. Turquía reaccionó el mes pasado reduciendo al mínimo sus relaciones diplomáticas con Israel y suspendiendo totalmente las relaciones militares bilaterales.

Por otra parte, Erdogan también trató sobre el veto interpuesto por Rusia y China en el Consejo de Seguridad de la ONU para evitar que se aprobara ayer una resolución de condena a Siria por la represión del régimen de Bashar al Asad.

El dirigente turco aseguró que esa decisión no cambiará la idea de Turquía de imponer sanciones unilaterales a Damasco. «Turquía y algunos o todos los países de la UE van dar algunos pasos. La decisión no impedirá nuestras sanciones. Vamos a imponer un paquete de sanciones», aseguró Erdogan, que no detalló esas posibles contramedidas por parte de Ankara.

Erdogan tiene previsto visitar el próximo domingo un campamento de refugiados sirios en Turquía, cercano a la frontera con Siria, y los medios turcos creen que durante esa visita o poco después el jefe del Gobierno desvelará las medidas que adoptará su país contra el régimen de Damasco.