Agencias

 

El presidente Barack Obama presidió el viernes la transferencia de mando del Estado Mayor Conjunto y dio la bienvenida al general Martin Dempsey, que reemplaza al almirante Mike Mullen.

El una ceremonia realizada en Fort Myer, Virginia, Obama ensalzó a Mullen por su firmeza, resistencia y humildad.

“Desde luego, nuestras fuerzas armadas son fuertes y nuestra nación más segura debido al servicio que ha prestado”, dijo el mandatario a Mullen, quien se retira tras 43 años de carrera militar. Obama agregó que Dempsey es uno de los militares más probados en el campo de batalla.

 

El secretario de Defensa, Leon Panetta, ensalzó igualmente a Mullen y dio la bienvenida a Dempsey como nuevo jefe del Estado Mayor Conjunto, y agregó que el general “conoce a la gente, sabe lo que es trabajar duro y sabe lo que es hacer sacrificios”.

En su discurso final como jefe, Mullen pidió a los estadounidenses que hagan más para ayudar a los ex combatientes que vuelven de la guerra.

“La guerra los ha cambiado a ellos y a sus seres queridos para siempre, pero no ha cambiado sus sueños”, dijo Mullen. “Ustedes pueden hacer que esos sueños sean realidad. Ayúdenles a comprar una casa. Contrátenlos. Inícienlos por el sendero de los estudios. Denles una oportunidad”.

Tras la ceremonia, Dempsey prometió que durante su mando, los militares seguirán siendo fuertes, pese a las presiones de las limitaciones presupuestarias.

“Cambiaremos y nos desafiarán”, sostuvo. “pero cuando complete mi mandato como jefe del Estado Mayor Conjunto podré decir exactamente lo mismo: seremos la fuerza conjunta que necesita la nación, con la ayuda de Dios”.

Incluso antes de jurar el cargo, Dempsey dejó en claro que difiere con su predecesor es una de las cuestiones más importantes: la amenaza para la seguridad nacional por la creciente deuda soberana.

Durante su confirmación en el Senado en julio, se le preguntó a Dempsey si concordaba con Mullen en que la crisis de la deuda era el mayor peligro para la seguridad nacional de Estados Unidos.

“No concuerdo exactamente con eso”, respondió Dempsey.

En su opinión, desarrollada durante 37 años de carrera militar, el poderío global estadounidense e influencia emanan de tres cualidades: la militar, la diplomática y la económica.

“No se puede elegir”, insistió, y ninguna de la tres tiene mayor importancia que las otras.