Pura María García

 

El FMI jugó un papel crucial en “el consentimiento” de una cadena de hechos relevantes que llevó a los Estados Unidos y a Europa al período de crisis precedente al actual, en 2007-2009, ya que auspició y estimuló la aplicación de medidas políticas y económicas neoliberales que desestabilizaron el sector financiero.

La desestabilización, la fase A del FMI cuando hablamos de sus estrategias, comienza cuando esta organización, apoyada por la banca, y afianzada por los resultados en ziz-zag de la bolsa que genera la inestabilidad económica, ayuda sospechosamente a la sociedad y a los mercados a “percibir” que tienen un problema, algo así como cuando no somos conscientes de que un zapato nos aprieta hasta que un vendedor de calzado, extremadamente avispado, llama a nuestra puerta y nos convence, con sus peroratas, de que, ignorantes de nosotros, no hemos caído en la cuenta de que nuestro zapato no es el más cómodo.

Primero, el FMI advierte sobre indicios de situaciones económicamente críticas y, en su fase B, se brinda junto con el Banco Mundial y otras entidades, por supuesto con ánimo de lucro, a ofrecer la labor de sesudos economistas que aplican medidas que, previamente, han sido de probada ineficacia, pero que provocan el inicio de una mayor dependencia, a través de préstamos y otros, entre los países que descubren su “inestabilidad” y los salvadores del planeta eurodólar, el FMI.

Están en el centro de la desestabilización, camino sutil y progresivo, que han recorrido países como Grecia, Irlanda y Portugal, entre otros. Utilicemos una metáfora para entender la forma oscura en la que el FMI actúa. Comparémosle con una enorme boca que engulle la independencia económica de ciertos, demasiados, países, pero tengamos presentes datos que nos están siendo ocultados, día a día. El FMI es también una boca que necesita ser saciada para obtener fuerzas con las que dañar las economías de los países a los que somete. Una prueba de ello es el dato, que no ha sido precisamente muy difundido, de que en 2009, la organización recibió del G-20 (en el fondo, su reflejo o viceversa, la cruz de su cara) una cantidad inmensa de dinero, cantidad que habría venido muy bien, ya en esas fechas, para ayudar realmente a amortiguar el impacto de la incipiente crisis. Se habla de una cifra entre los 250.000 y los 750.000 millones de dólares. Sí, con todos sus ceros. Millones que el G-20 tuvo a bien donar al FMI, trasvasando las ganancias que obtiene con operaciones de “toma y ten y devuelve y dame” entre ellos y sus multinacionales, para “asegurar que la organización recuperaba su capacidad para intervenir y ayudar a los estados sobre-endeudados”. En esencia, tenemos una organización que da préstamos con intereses letales, para atar a los estados sobre-endeudados a una cadena que jamás les separe de ella, que obtiene poder y beneficio y que, en el colmo de la insolencia social, pide prestado para continuar sangrando a sus víctimas. Para más incoherencia, y sorpresa de quienes intentamos analizar, investigar y comprender, el regalo de fondos al Fondo Mafioso se produjo cuando se hicieron públicos y notorios los resultados del FRACASO TOTAL de las políticas económicas que los líderes dictadores de países de América del sur, esbirros ambiciosos y “endeudados” con los países poderosos y sus multinacionales, aceptaron aplicar tras las insistentes sugerencias del FMI en sus débiles y maltratadas economías. De ser considerada una prueba de la ineptitud de ciertas teorías económicas, y sus prácticas de choque, el FMI pasó en menos de un año a poseer una importante línea de crédito en más de 10 países europeos y a tener “ocultas” prebendas para   dictaminar qué es óptimo, económicamente hablando, y qué directrices han de guiar a los pobres países que no son alemanes, ni franceses…

Hay actuaciones de la organización que deberían ser juzgadas con total y extrema severidad y que, desafortunadamente, se cuelan entre el maremágnum de información falsa o incompleta que les interesa verter en la confundida opinión pública. Tomemos como ejemplo el caso de Ucrania: el FMI suspendió un importante y necesitado crédito a este país, que, por supuesto, no es uno de los que se “puedan obtener beneficios considerables”, porque su gobierno tomó una decisión, aumentar el salario mínimo, que desoía los consejos-chantajes del Fondo Mafioso.

La dictadura tiene tantas formas como posibilidades tiene el poder de coaccionar hasta la asfixia. El FMI ha exigido, más o menos veladamente, una serie de condiciones para que ciertos países, casualmente los más necesitados de Europa, reciban las limosnas de los poderosos:

Grecia ha de aceptar un nivel de privatización que escapa, con mucho, al número de privatizaciones que el gobierno había previsto. Privatizar es una moneda de cambio tradicional y tremendamente usada por el FMI, especialmente en los países, bajo dictaduras “debidas a los EEUU”, de América del Sur.

-A Letonia, el FMI le “aconseja-exige” reducir draconianamente el salario de funcionarios así como el importe de las pensiones de jubilación.

-El FMI, respecto a Islandia, espera que ésta sucumba a sus presiones y realice referéndums, o directamente no tenga en consideración el ya realizado por los ciudadanos islandeses, hasta que la población cambie de opinión contra el pago de la deuda.

¿Qué organización se encarga de mantener un nivel de crisis económica lo suficientemente idóneo como para que ella misma se auto-garantice ser necesitada para su resolución? La respuesta no puede ser más obvia: una organización que aumenta el poder de la banca, que oprime con sus intereses a los ciudadanos, y que, por otro lado, es capaz de permitir que el dinero sea un espejismo fácil que esconda, tras su bruma, el reborde cruel de una burbuja gigantesca y de difícil resolución.

La política de los políticos corruptos, interesados en sus propios intereses más que en los intereses generales, dibuja un círculo vicioso e inacabable donde quien posee la carta ganadora, el dinero, es quien se permite dominar la partida y facilitar el aumento de la desigualdad entre y en los estados (para después llegar, con el disfraz de “salva economías” y hacerse valer); el crecimiento de la corrupción, la dependencia con el neoliberalismo, con el capitalismo y el consumismo encubierto, al fin y al cabo.

Bastaría con ejercer el acto paciente, que no van a permitirnos fácilmente, de analizar las actuaciones del Fondo Mafioso Internacional para concluir, sin margen de error, en que ni uno solo de los países “asesorados-chantajeados” por el FMI han mejorado con las políticas de pseudoausteridad de una organización cuyos miembros sobrevuelan los países víctimas en aviones lujosos y encargan estudios para probar las conclusiones que, a priori, YA HAN SIDO ESCRITAS Y CREÍDAS AL DICTADO.

Parafraseando el título del libro de J. Perkins, son “gánsteres económicos”, sicarios, oficialmente reconocidos que utilizan una estrategia reiterada: “Para empezar, estos agentes privados se desplazan a países relativamente pobres con abundantes recursos naturales, una vez allí ponen en marcha el método, que se repite una y otra vez desde América Latina hasta África o Asia. Este método de explotación es relativamente sencillo de aplicar, los sicarios económicos, bajo mando de los EE.UU., proporcionan vía corporaciones los mecanismos necesarios para extraer los recursos naturales en esos países pobres. Debido a que son las multinacionales occidentales las que prestan la tecnología, exigen la mayor parte del beneficio. Con el beneficio restante los dirigentes del país sin recursos deben abonar la deuda externa más intereses que han contraído en la construcción de infraestructuras”.

Miremos a nuestro alrededor, con mirada crítica y observemos: las políticas europeas actuales están demostrando su ineficacia, aplican los remedios que ya se probaron inútiles y negativos en países que intentaban desarrollarse en los 80. Los programas de supuesta austeridad que se están imponiendo, aconsejados-chantajeados por el FMI, en países como Portugal, Grecia e Irlanda no son más que puntos destacadamente pésimos extraídos del caduco manual económico   neoliberal, que dan, están dando, como resultado, la asfixia de la economía. Europa se cree, nos creemos, económicamente por encima de los riesgos extremos, pero deberíamos cuidar nuestra auto-percepción: aunque seamos un continente con ciertos privilegios todavía, recordemos el caso de Níger, que, aconsejado por los profetas neoliberales, tras sufrir privatizaciones incontables, recortes de salarios, pobres de por sí, y la reducción casi hasta un extremo increíble del gasto social, cayó y permanece en la más absoluta de las pobrezas y la hambruna. No somos Níger, pero Grecia y otros países de la “rica”” Europa se acercarán, se acercan, peligrosamente a su perfil si continuamos legitimando la manipulación e inoperancia de los sicarios económicos instalados tras las siglas del FMI.

Continuará la información en la tercera y última parte del artículo.

ENLACES PARA VISIONAR LOS VIDEOS SOBRE LOS SICARIOS ECONÓMICOS:

youtube=http://www.youtube.com/watch?v=0zA-cknyd-8&feature=related

youtube=http://www.youtube.com/watch?v=s_WKSOZjcK0&feature=related

youtube=http://www.youtube.com/watch?v=napNF8B8b4Q&feature=related

youtube=http://www.youtube.com/watch?v=jII6jw9ant4&feature=related

http://lamoscaroja.wordpress.com/