La salud de una nación se mide en cómo trata a sus profetas. Cuando estos son ignorados y despreciados, cuando se los ridiculiza, cuando son llamados tontos por los charlatanes y la élite del poder, es cuando se ha perdido todo control sobre la decadencia moral y la degeneración del estado. Wright, quien pasó 36 años en Trinity United Church of Christ en la zona sur de Chicago, desde la candidatura presidencial de 2008 ha sufrido insultos, calumnias y ataques personales, malas interpretaciones maliciosas y sin embargo ha continuado tenazmente domingo tras domingo clamando la palabra de Dios desde los púlpitos del país.
Crecí en el cristianismo, mi padre era pastor. Me gradué de un seminario. Puedo distinguir un pastor cristiano de los farsantes y charlatanes manipuladores, entre T.D. Jakes y Joel Osteen. Wright predica el mensaje radical e inquietante del evangelio cristiano; nos llama a vivir una vida moral. Conoce la medida en que nuestras vidas como individuos y como nación se ven reflejadas en cómo tratamos a los más vulnerables. Y él sabe de qué lado está. Obama, que como Judas tomó las 30 monedas de plata y traicionó a quien lo amaba, queda reducido por su insignificancia moral en presencia de Wright.
Obama, que con su sumisión ante la máquina de guerra y Wall Street falsea los valores fundamentales de Martin Luther King, presidirá el 16 de octubre la inauguración del monumento a M. L. King en el Mall de Washington. Se prestará a ser usado por la camarilla corrupta de las élites corporativas y políticas -muchos de cuyos miembros donaron sumas importantes de dinero para construir el memorial que costó $120 millones (General Motors, que dio $10 millones, muestra el monumento en un anuncio comercial para sus vehículos). Estos grupos tratan de silenciar la lucha de M. L. King por la justicia económica y contra el racismo y el militarismo. La visión de King está grotescamente deformada en manos de Obama. Para escuchar la voz de M. L. King deberemos alejarnos de la ceremonia de inauguración coreografiada y pagada por las corporaciones, y acercarnos a un puñado de hombres y mujeres insultados por los poderosos, como lo fue M. L. King en vida, y que sin embargo continúan la batalla para mantener encendida la llama del mensaje de King.
«Creo que es maravilloso que el país le dé un reconocimiento a alguien tan importante como el Dr. King, y reconocerlo de esta manera destacando su presencia en el Mall junto a los presidentes. Él no fue un presidente como Abraham Lincoln o George Washington; y situarlo entre ellos es un tributo a la importancia de su obra, es algo bueno», dijo Wright cuando le llamé por teléfono a Chicago.
«Leí la nota de Maya Angelou sobre la manera en que la cita fue inscripta en el monumento», dijo refiriéndose a la revisión de una cita de M. L. King en la fachada norte de la estatua de granito de 30 pies de alto. La inscripción dice: «Fui un abanderado de la justicia, paz y rectitud moral». Pero estas nos son las palabras de M. L. King. Fueron parafraseadas de un sermón en el que dijo: «Si quieren decir que fui un abanderado, digan que fui un abanderado de la justicia. Digan que fui un abanderado de la paz. Que fui un abanderado de la rectitud moral. Y todas las otras cosas superficiales no tendrán importancia.» Angelou dijo que la inscripción hace parecer «arrogante» a M. L. King.
«Leí la explicación de porqué no incluyeron la frase completa», dijo Wright, quien ayudó a recaudar $200.000 para el monumento. «Los niños dentro de cien años, como nuestro pastor que nació tres años después del asesinato de M. L. King van a ver la inscripción fuera de contexto. No escucharán el discurso completo, y eso es lo que les quedará, no es una buena cosa. Sin embargo, mi mayor problema tiene que ver con todo el énfasis puesto en el 63 y «Yo tengo un sueño». Han barrido debajo de la alfombra el mensaje radical de justicia que King repitió hasta el fin de sus días una y otra vez, comenzando con la cobertura periodística de su mensaje de abril de 1967, «Es la hora de romper el silencio», en Riverside Church [en la ciudad de Nueva York]. M. L. King puso un enorme énfasis en el gigante de tres cabezas: capitalismo, militarismo y racismo. No hay ninguna mención a ello, no hay mención a ese M. L. King, y absolutamente ninguna mención a la importancia de su trabajo por los pobres. Después de todo, él estaba apoyando la huelga de los recolectores de basura de Memphis, Tennessee, cuando fue asesinado. Pero eso se deja de lado. Me molesta que se piense más en un monumento que en un movimiento. El tenía un movimiento para tratar de luchar contra la pobreza. Estaba por la creación de trabajo, no por «Yo tengo un sueño», no por negros y blancos juntos, pero aquello se deja de lado.»
«Si miras a las gente mayor, como yo, que vivimos ese tiempo. Yo digo ‘espera un momento, aquí falta algo, aquí falta algo’, y mi nieto -el menor que tiene 11 años no va a conocer a aquel M. L. King. Yo le contaré pero ¿que sucederá a nivel de los planes de enseñanza? ¿Qué sucederá en las escuelas? ¿Qué sucederá con los millones de personas que visitarán Washington D. C.? No tendrán una idea de aquel M. L. King. Tenemos un retrato idealizado. Creo que ese es un tipo de violencia contra lo que él defendía y contra lo que trató de hacer.»
Más inquietante aún, advierte Wright, el saneamiento de King ha estado acompañado por la primacía de una cultura egoísta, hedonista y violenta, que le da la espalda a los valores, como el autosacrificio, que hacen posible la armonía y el bien común. Este egoísmo y narcisismo, sostiene Wright, es una forma de blasfemia.
«Nos hemos enfocado en ser número 1, en ser un superpoder», dice. «Cuando terminó la Guerra Fría, reinamos con supremacía. El imperio, los intereses corporativos y de negocios tomaron el control. Nos enfocamos en eso y en el mensaje de los medios, que son propiedad de las corporaciones, de una manera tal que los principios fundacionales, los principios esenciales que yo creo que nos deberían guiar, en términos de lo que King llamó «la comunidad amada» y lo que Howard Thurman llamó «la búsqueda de un espacio común» quedaron completamente perdidos. Sustituimos la oración de Jesús con la oración de Jabes. Ensanchar el territorio, tener más. Jesús nos enseñó a orar, y hablo como un clérigo cristiano, pero me doy cuenta de que este país no es cristiano, en términos de los principios que yo creo que pasan a través de las fronteras de la fe y que se encuentra en la oración. El modelo de oración que el Señor nos enseñó no tiene pronombre de primera persona del singular. Se refiere a ‘nuestro’, ‘nosotros’,’nos’. Eso se perdió.»
«Nos volvimos personas enfocadas en el «yo», en la actitud de perro come perro, de Ayn Rand, darwinista social, en la supervivencia del mejor adaptado; ser fuerte, sin pensar ni preocuparse, sin tener compasión por aquellos que no nacieron encima de la raya», dice Wright. «Y ninguna preocupación por hacer de las comunidades y del mundo en el que vivimos, sitios solidarios con todos los hijos de Dios, independientemente del color de su piel o de su religión.»
Wright se ha vuelto una especie de experto de los medios de comunicación comerciales desde que fuera psicológicamente linchado por ellos. Los medios, seleccionando fragmentos para ensuciarlo, lo cubrieron de rótulos negativos y silenciaron su voz del discurso nacional. Fue convertido en un paria, como lo fueron todos nuestros grandes disidentes intelectuales y morales, desde Ralph Nader a Noam Chomsky.
«Los medios se enfocaron en las ganancias, en vender espacio publicitario, en vender periódicos, revistas, en vender «lo que tiene sangre es prioridad», lo que sea que aumente el mercado, de la audiencia que ve, de la audiencia que oye», continúa Wright. «Eso se convirtió en el punto principal de enfoque, más que propagar hechos en EE.UU. y en el mundo, de lo que está sucediendo realmente. Eso ya no cuenta. Lo que cuenta son las ganancias.»
«Una vez que ha sido publicada la narrativa de los medios, desde ese punto todo lo que escuchas son las críticas de la narrativa, la deconstrucción de la narrativa, los debates sobre la narrativa, las afirmaciones de la narrativa, los ataques a las narrativa, nadie habla de lo sustancial porque ya ni siquiera sabemos qué es la sustancia», dice Wright.
Insiste en que la iglesia, especialmente la iglesia liberal que estuvo aliada al movimiento por los derechos civiles, sigue viva, aunque como una voz ignorada por la sociedad en general.
«En promedio, una iglesia en EE.UU. tiene unos 200 feligreses. Pero no reciben atención de los medios. Los medios cubren las mega-iglesias, Rick Warren, T.D. Jakes, es decir grandes iglesias con grandes cantidades de feligreses. Pero los hombres y las mujeres que están en las trincheras, que no le hacen la venia a ‘Baal’, los 7000 que Dios le dice a Elijah que tiene a su favor, son ignorados. Pero siguen estando, siguen haciendo su trabajo. Quizás no son tan numerosos como lo fueron en los sesentas -y esto dicho desde la perspectiva de mis 70 años, y diría de 50 años de observación como adulto. Son menos y menos elocuentes, pero siguen estando. El problema es que los medios no van a decir lo que gente como tu padre y tu madre hacen y dicen domingo a domingo, no sólo en las plegarias sino durante la semana mientras tratan de hacer que el evangelio tenga sentido más allá de las bendiciones. Esto no recibe cobertura de los medios. Yo los veo haciendo, tratando de hacer lo mismo que en los sesentas. Pero si se casa una pareja de gays, eso llega a las noticias. Pero no informan sobre Wal-Mart, especialmente del tratamiento que da a las empleadas mujeres o al resto. Porque los Waltons y las corporaciones gigantes no creen que el trabajo de la iglesia es importante. Lo que es importante es que la Suprema Corte de Justicia se alinea con la familia Walton. Las iglesias cuyo trabajo se enfoca en la pobreza, que se embarcan en conversaciones honestas sobre la reforma educativa, que no suben al tren de «Esperando a Superman» o a las campañas de Bill Gates, pero que realmente están en las escuelas, son relegadas en las sombras. Y por lo que veo, hablando con pastores es que están tratando de hacer una diferencia en la vida de los pobres, alimentándolos. Acabo de volver de Fresno, donde hay una pequeña iglesia que adoptó una misión para los más necesitados de Fresno. Hay un sitio llamado Tent City (ciudad de las carpas) en uno de los condados más ricos del país, en el que la gente vive en tiendas de campaña como en Soweto o en Calcuta. Los feligreses hombres (para las mujeres es peligros) van allí para ayudar, llevan a los jóvenes. Pero eso no es noticia. He visto iglesias haciendo todo tipo de trabajo emocionante en el país, pero eso queda debajo del radar.»
«¿Cuántas veces se ha votado sobre el techo de la deuda en las últimas semanas?, pregunta. «Ochenta y siete veces. Pero, ¿qué es noticia? Primero, no mencionen al público la cantidad de votos. Los medios necesitan una crisis no importa que esta sea sobre el voto del techo de la deuda o el plan de salud de Obama. Esas son las cosas que mantenemos frescas en la mente de la gente. ¿Cuáles son las cuestiones esenciales? Si se trata del presupuesto de defensa o del hecho que las corporaciones mayores no pagan un centavo en impuestos, no, no, no, no, no, no, no publiquen esa información. Estados Unidos es un país de «baja información». El lema es ‘ya sé lo que pienso, no me confundan con hechos’. Yo veo lo que la iglesia hace, la iglesia liberal, la iglesia de la vieja línea, la que no es famosa, la que no recibe cobertura de los medios. La veo en las trincheras siete días a la semana, 52 semanas en el año.»
«¿Sabes cuando hay un sacerdocio exitoso?», pregunta. «Cuando cambias y tocas la vida la vida de la gente, cuando haces una diferencia en sus vidas, cuando les das esperanza, cuando los ayudas a volver a la escuela y recibir una educación. Eso es un servicio religioso exitoso. Pero hasta seminaristas a los que yo les enseño se plantean comentarios como «debes ser como Mike» refiriéndose al modelo de jugador de básquet. En lugar de plantearse cuestiones de importancia vital, uno escucha preguntas como: ¿Cuántos feligreses tenemos? ¿Cuántos CDs y DVDs hemos producido? ¿Cuánto dinero recaudamos? Ese no es un sacerdocio de éxito. Demasiados estudiantes del seminario no tienen interés en mejorar las cosas. Están interesados como T.D. Jakes en construir una mega-iglesia. No están interesados en la comunidad, con aquellos que han perdido la esperanza.»
«No queremos que nuestros niños tengan ningún tipo de actitud crítica, sólo queremos que puedan funcionar en un trabajo mal pagado», dice Wright. «No hay ningún esfuerzo puesto para enseñarles a los jóvenes afroamericanos varones a soñar. Y a enseñarle a las niñas también que la educación es más que obtener la nota para pasar de curso, más que hacer bien en un examen, tiene que ver en cómo se vive en comunidad con otros. Tiene que ver con la nutrición. Tiene que ver con la pobreza. Tiene que ver con la persona completa. Estamos recortando y eliminando programas a nivel preescolar. Comenzamos con Head Start y la educación para niños pequeños, hasta llegar a los primeros grados. ¿Quién les va a enseñar a esos niños el poema de Langston Hughes ‘Mother to Son’ (‘De madre a hijo’)? ¿Quién lo repetirá?:
De madre a hijo
Déjame que te diga una cosa, hijo mío:
La vida pa mí no ha sido una escalera de cristal.
La escalera ha tenido tachuelas,
Y astillas,
Y tablones levantaos,
Y trozos sin alfombra-
Pelaos.
Pero to’el tiempo
He seguido p’arriba,
Y he alcanzao rellanos
Y he torcido recodos
Y a veces he tenido que ir a tientas
Donde no había na de luz.
Así que, hijo, no te quedes ahi quieto en los escalones
Porque te parezca difícil subirlos.
No decaigas ahora-
Corazón, yo ya ves que sigo,
Todavía sigo subiendo,
Y la vida pa mí no ha sido una escalera de cristal.
-traducción de Maribel Cruzado
«¿Quién les dirá que son capaces, que realmente pueden lograr cosas, que pueden conseguir éxitos, que no son lo que la sociedad los ha catalogado?», dice. «Y luego tenemos que ofrecerles una alternativa, herramientas para que consigan trabajo, para que puedan hacerse cargo de sus familias, para que logren pensar críticamente y analizar lo que escuchan en hip-hop. Porque hay algunos artistas de hip-hop concientes que no pertenecen al modelo corporativo. Es importante conocer la diferencia, y ser capaz de diferenciar los unos de los otros. Con este tipo de compromiso están involucradas algunas iglesias que conozco.»
Wright, quien quizás conozca a Obama mejor que cualquier otra persona, lo considera como un hombre que ha vendido sus principios a la quimera e ilusión del poder. Una vez que Obama llegó al poder se volvió un vasallo, una herramienta, la cara pública y la marca del poder.
«El Presidente Obama fue seleccionado antes de ser votado», dice Wright. Él debe responder a los que lo seleccionaron. ¿Por qué piensas que Wall Street logró lo que quería con tanta facilidad? ¿Por qué crees que las tres grandes [instituciones financieras] fueron rescatadas? Porque fueron ellas quienes lo seleccionaron. Nosotros no lo seleccionamos. No tenemos dinero suficiente para seleccionar a nadie. Tú te debes a quien te seleccionó; todos los políticos están en la misma situación. Dadas esas limitaciones, él está haciendo lo mejor que puede hacer porque debe responder a quienes lo pusieron donde está. Los pastores, los sacerdotes, en cambio, no debemos responder a esa gente. Nunca olvidaré una de las cosas más fuertes que él me dijo en mi casa, el segundo sábado del mes de abril de 2008: ‘¿Sabes cuál es tu problema? ‘. ‘¿Cuál’, le pregunté. ‘¿Que siempre tienes que decir la verdad’. Yo le respondí: ‘Ese es un buen problema. Ese es un buen problema.’
«Cuando fue elegido para el Senado, alguien me preguntó que consejo le daría al Senador Obama, yo dije: ‘Que por favor, no cambie lo que es porque está donde está’. Antes de llegar a ese puesto, Barack era muy diferente. Eso para mí es lamentable pero era de esperar porque eso fue lo que él eligió ser, decidió postularse para estar en esa posición. Puedo contarte algo para darte una idea sobre el tipo de persona que era, que para mí era alucinante ver a una persona con ese nivel de integridad. Obama asistió al primer encuentro del grupo de congresistas afroamericanos el año previo al anuncio de su campaña para el Senado. Al regresar a Chicago vino a mi oficina para solicitar una reunión. Estaba destrozado, a causa tanto su ingenuidad como de su integridad moral. Ingenuidad, porque fue a Washington para tratar de conseguir una audiencia con el Congresional Black Caucus (Grupo de congresistas afroamericanos) para tantear el terreno sobre su candidatura al Senado. Y fue una carnicería; eso le impactó. Yo le dije, ‘Vamos Barack, piensa en una sola cosa importante que haya hecho el Congresional Black Caucus. ¡Vamos!’ Era ingenuo. Me dijo, ‘Mi nombre debería estar allí ahora, la última semana de septiembre, pero no puedo anunciarlo’. Yo le pregunté por qué no podía anunciarlo. Me dijo, ‘Porque no sé si Carol Moseley Braun va a presentarse. Yo no puedo ser un candidato de oposición a una mujer afroamericana.’ Y yo me preguntaba a mí mismo, ¿qué clase de hombre es este? Yo conozco a gente que haría campaña contra sus propias madres. ¿Y él no puede hacer campaña contra una mujer afroamericana? Ver a alguien con ese tipo de integridad me maravilló. Luego cambió. Eso es lamentable.»
«En febrero de 2007 en una emisión de ‘Religion & Ethics’ (Religión y Ética) dije que llegaría un momento en el que Obama iba a tener que distanciarse de mí», dice Wright. «Eso lo dije en febrero de 2007, es decir que el hecho de que se distanciara de mí no fue sorpresivo. Lo que fue sorpresivo fue la manera en que lo hizo. Yo te escuchado describir cómo tu padre sentó los cimientos de tu formación, que él te hizo la persona que eres. Yo sé que cuando tú entrevistas a alguien, y esa persona comienza a llorar, tú dejas de lado tu libreta de notas y tu lapicera. Si hubiera alguien de la iglesia de tu padre haciendo campaña electoral, y los medios le ponen un micrófono al frente y le preguntan si saben qué dijo el Pastor Hedges sobre la guerra. Si esa persona estuviera en desacuerdo con la postura del pastor, diría, ‘Estoy en desacuerdo con eso, la pregunta siguiente por favor.’ No tiene que recriminarle nada al Pastor Hedges. Solamente expresar su desacuerdo, y pasar a la pregunta siguiente. Pero Obama escuchaba los consejos de la gente que hace cálculos políticos, que cuenta los votos. No escuchaba a la gente con integridad. En noviembre y diciembre de 2008 durante la limpieza étnica de Gaza, uno de los reporteros le preguntó a Barack que pensaba de lo que estaba sucediendo en Gaza. Y él respondió: «Solamente podemos tener un presidente a la vez’. Yo le comenté a mi esposa que Obama debería estar en el programa ‘Bailando con las estrellas’ por la pirueta que había hecho para esquivar la pregunta. Eso fue como el anuncio de lo que vendría, en términos de la persona actual, pragmática, en el medio del camino, conciliadora y que no parte de una posición de principios.»
«Y él, que fue un organizador de la comunidad en uno de los barrios más pobres de la ciudad, la población Altgeld Gardens, se halla ahora como pintado en un rincón, sin poder hablar de la atención médica para los pobres», dice Wright. «Quitó la opción del seguro social estatal de la mesa de negociaciones. ¿Qué pasó? Lo que pasó se llama manejos políticos.»
«King estaría diciendo hoy lo mismo que dijo en 1967 y 1968», dice Wright. «Estaría condenando la indiferencia total por los pobres que existe en la nación. Una nación poderosa se ocupa de todos sus ciudadanos independientemente del color de su piel, de su raza o creencias religiosas. Malcolm X , quien al romper con la Nación del Islam, descubrió que Dios, o Alá, tiene hijos que no se ven iguales a nosotros, estaría mortificado de ver la manera en que aceptamos la opción militar como un medio de la paz, como un medio de hallar un espacio común. La opción militar no es una opción verdadera. M. L. King y Malcolm estarían de acuerdo con esto.»
«Hace unas pocas semanas cuando estaba en el aeropuerto vi la portada de una revista, creo que era Time Magazine, con la foto de Osama bin Laden. El titular decía ‘Justicia’. Yo dije, ‘¿Y qué tal asesinato? Fue un asesinato planificado.’ Lo que realmente me afectó cuando leí más sobre el tema, es que Barack y Hillary [Clinton] y los personeros de la guerra estaban sentados en una sala observando el asesinato. Había cámaras en el lugar. Le dispararon, dos tiros encima de la ceja. ¿Por qué, por qué mataron a ese hombre? Hay cortes internacionales de justicia. Hay juicios como los juicios de Nuremberg. ¿Por qué asesinaron a ese hombre? ¿Por qué no lo llevaron a juicio? Unos diez días después, sentado en el medio de la noche, me dije, porque no querían que hablara. Si él comenzara a hablar en un juicio, todo se revelaría. Habría que considerar la máquina de guerra de Cheney. Un juicio pondría al descubierto las mentiras que nos hemos estado contando y contándole al público de EE.UU. No podemos permitirlo, entonces lo asesinamos. Lo matamos y a eso le llamamos justicia. Eso duele profundamente. Me dije, este es el Barack que alguna vez conociste, a quien la humanidad le importaba lo suficiente como para trabajar en Altgeld Gardens con los pobres, como para no presentar su candidatura contra una mujer afroamericana, es la misma persona que ahora ordena a los marinos profesionales del comando SEAL que cometan un asesinato, y observa la ejecución. Es como la historia de Hechos que escuchaste predicar a tu padre y que aprendiste en el seminario, en la que el espíritu malo le dice a los siete hijos de Esceva ‘a Jesús conozco y sé quién es Pablo, pero vosotros, ¿quiénes sois?’ ¿En qué te has convertido?»
*Traducido para Rebelión por Silvia Arana
Fuente: http://www.truthdig.com/report/item/the_rev_jeremiah_wright_recalls_obamas_fall_from_grace_20110919/