A falta de que trasciendan los resultados oficiales, así lo confirmaron tanto desde las filas del Partido Socialista (PS) como desde la conservadora y gobernante Unión por un Movimiento Popular (UMP), el partido del jefe del Estado, Nicolas Sarkozy.
Antes de que se conocieran los resultados oficiales, el aspirante a candidato del PS en las próximas elecciones presidenciales François Hollande, favorito en las encuestas, dijo que el resultado sería «un fracaso serio, por no decir grave, para Nicolas Sarkozy».
«Por primera vez desde la V República, la izquierda sería mayoritaria en esa cámara alta, es un acontecimiento histórico», subrayó Hollande, cuyo partido maneja datos que muestran que las fuerzas de izquierda habrían logrado conquistar los 23 escaños que necesitaban para hacerse con el control del Senado.
Por su parte, el primer ministro, el conservador François Fillon, declaró en un comunicado que «la oposición registró un fuerte impulso» en el Senado, que atribuyó a «las divisiones» en «numerosos departamentos» en el seno de su partido.
Esta progresión de la izquierda «era previsible, a tenor de las últimas elecciones locales», en los que la izquierda logró una severa victoria sobre la gubernamental y conservadora UMP, añadió Fillon.
«Debemos unir nuestras fuerzas y afirmar nuestras convicciones ante los franceses», agregó el jefe de Gobierno, quien aseguró que «el momento de la verdad tendrá lugar la próxima primavera», en referencia a las elecciones presidenciales.
En la misma línea se expresó el secretario general de la UMP, Jean-François Copé, quien aseguró que «la derrota» de su formación en el Senado es «una decepción» pero no «una sorpresa».
Por su parte, el presidente saliente del Senado, Gérard Larcher (UMP), anunció que se presentará a su propia reelección a pesar de los comicios de hoy, que otorgan mayoría a la izquierda en esa cámara.
El Senado asegura la representación territorial del Parlamento, constituido también por la Asamblea Nacional.