Economía, desempleo, alimentos, clima
Visor Económico
En un discurso pronunciado el 3 de septiembre de 2009 en Nueva Delhi ante la Federación de las Cámaras de Comercio e Industria de la India (FICCI), el Director General de la Organización Mundial del Comercio (OMC), Pascal Lamy, realizo varias aseveraciones respecto de la crisis global que azota a todas las economías del mundo.
“Estamos viviendo en tiempos preocupantes. Estamos presenciando la primera crisis económica verdaderamente global, sus efectos abarcan todos los países, Norte y Sur, ricos y pobres. Estamos siendo testigos de pandemias como el virus N1H1 que amenazan con paralizar nuestras sociedades. Estamos siendo testigos de las inundaciones y la sequía y la escasez de alimentos en muchas partes de nuestro planeta. En suma, estamos asistiendo a una serie de desafíos globales que están poniendo a prueba la capacidad del sistema internacional para hacer frente a ellos”, afirmó Lamy.
En una mezcla de resignación y falta de responsabilidad sobre la crisis expresó: “lo que comenzó como una crisis financiera, alimentada por la falta de reglamentación suficiente en este ámbito, se ha convertido en la peor crisis económica en las últimas generaciones y la primera crisis mundial en la historia de la humanidad. Una crisis que amenaza con deshacer el desarrollo económico alcanzado por muchos países y por erosionar la fe de la gente en un sistema abierto de comercio internacional”, en alusión al libre comercio pregonado por los principales gobiernos y transnacionales afincadas en los países centrales.
Más adelante y con marcadas muestras de cinismo e hipocresía, Lamy consideró que el actual sistema económico mundial (capitalismo), no es responsable sino víctima de la actual debacle: “en lugar de ser una de las causas de la crisis, el comercio ha sido otra de las víctimas, habida cuenta de la reducción simultánea de la demanda total en todas las principales economías del mundo. Los economistas de la OMC han previsto una disminución este año de casi el 10 por ciento en términos de volumen, su peor resultado desde el final de la Segunda Guerra Mundial, señalo el actual director general de la OMC.
Aceptando la falta de respuestas del modelo económico global impulsado por el capitalismo corporativo acepto Pascal Lamy que “la crisis económica se ha convertido rápidamente en una crisis mundial del empleo y que la Organización Internacional del Trabajo informó que el desempleo está aumentando, que el dolor social es cada vez mayor con la pérdida de miles de puestos de trabajo con amenazas al progreso social en muchos países pobres.
Recomendó la necesidad de garantizar que los países en desarrollo tengan una oportunidad justa de competir en los mercados mundiales de productos básicos mediante la reducción de los subsidios que distorsionan el comercio, como sería el caso de la conclusión de la Ronda de Doha, aunque no explicó porque los países de economía más desarrolladas no han eliminado aún esos subsidios.
Con relación al comercio y su influencia en el cambio climático apunto Lamy que “al menos no exista un consenso verdaderamente global sobre la mejor manera de abordar la cuestión del cambio climático, los miembros de la OMC seguirán sosteniendo opiniones distintas sobre lo que el sistema multilateral de comercio puede y debe hacer sobre este tema”.
Llamativamente vaticinó que una “mejora” de la administración financiera mundial pondrá a prueba a los líderes del G-20 próxima Cumbre en Pittsburgh a finales de mes, dijo y tanto si se trata de una mejor regulación de los instrumentos financieros, instituciones o mercados, la mejora de las normas de contabilidad o la reforma de las instituciones financieras mundiales, estas tareas necesitarán de una acción colectiva concertada y un consenso internacional que involucre efectivamente “a todos los grandes contaminadores”.