José Luis Carpio

Tras el discurso belicista de Estados Unidos va unida la acción. Cuando el Imperio dice: “voy por el enemigo”; es un hecho sin cortapisas. Después de destronar a Saddan Hussein y Muhamar Gadhafi y cuanto líder mande en países petroleros, los gringos vendrán en un tiempo no lejano por la cabeza de Hugo Chávez con apoyo de la Corte Penal Internacional (CPI), Resolución de la ONU y sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

La retórica de Estados Unidos no contempla parafraseos, circunloquios ni paja. Actúan y ya. El escenario está preparado para un ataque selectivo contra la figura de Chávez, quien estorba los “intereses vitales” y no sigue los lineamientos de las corporaciones privadas que se soportan en la figura de la marioneta Barack Obama para ejecutar sus oscuros intereses en nombre de la “democracia”.

El entramado internacional que preparó Estados Unidos contra Venezuela está en marcha. Se busca un aislamiento internacional con apoyo de los aliados en Europa para torcer el brazo a Chávez y debilitarlo. En esta comparsa se une España como soporte político en la Unión Europea y países latinoamericanos como Colombia, Chile, Costa Rica y México.

El ataque militar se aproxima. Los gringos están con el agua al cuello por sus deudas y crisis energética. Dominando Venezuela, es posible que EUA acabe con el cartel de la OPEP y manipule la banda de los precios del crudo a su antojo. Ya tumbaron Irak, ahora Libia y luego Venezuela con más de 300 mil millones de barriles de reserva y 195 billones de pies cúbicos de gas.

Ya existe condena internacional, denuncia ante la CPI por violación de Derechos Humanos y búsqueda de altos cargos del gobierno por apoyo al narcotráfico y al terrorismo. Luego se inicia la etapa se búsqueda y captura internacional parecida a los hombres de la baraja en Irak con los “los terroristas más buscados”.

El país debe estar preparado para un ataque mortal que tienen los gringos y la OTAN en su agenda de asaltos del nuevo Siglo. El trabajo sigue en curso y posiblemente participen compatriotas contratados por las corporaciones de seguridad. Los enemigos se llamarán chavistas y los aliados rebeldes de la “causa justa” y “libertad duradera”.

Periodista

Especialista en Comunicación y Conflictos Armados.

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