Raúl Crespo

En las fronteras se asesina la estructura de poder de dos países para defender la verdad de esos pueblos hermanados, verdad que en las capitales es ignorada así como en la frontera la ideología institucional está prohibida; pueblos llenos de dolores, ternura, comercio e integración, entre estos ojos parpadea el contrabando de barbas mojadas de llanto por los caídos, cenizas trasladadas de un lado a otro de la frontera sin convicción ideológica unidos tan solo por la necesidad y el interés comercial.

América Latina es rica en tradiciones revolucionarias ayudaron a sostener la izquierda marxista. La revolución socialista cubana y la insurgencia en el continente son los sucesos en los años 60 que enfrento el programa económico Alianza para el Progreso preparado en Washington, al que se acogieron con entusiasmo los países de América Latina, programa cuestionado duramente por Ernesto el Che Guevara en Punta del este Uruguay, décadas después Hugo Chávez, enterró el ALCA en Mar del Plata 2005.

1960 Fue una década de hechos trascendentales para la geopolítica de América Latina, la calavera y huesos asesino a JF Kennedy 1963, ataco fieramente a Malcolm X 1965, asesino a Martin Luther King 1968, promovieron golpes militares en todo el continente proyectando dictaduras que dominaron hasta los 80, los marines invaden Republica Dominicana, muere Camilo Torres del ELN 1964, en Bolivia asesinan al Che 1967, en México el dictador Días Ordaz ordena la masacre de estudiantes y obreros en Tlatelolco 1968 mismo año en el que los estudiantes franceses y en varias ciudades de América Latina la gente se toma las calles reclamando otra sociedad con reformas económicas- políticas.

A fines de los 60 la Iglesia católica se reúne en Medellín para tratar la teología de la liberación buscando una Iglesia popular marxista y cristiana, en 1973 asesinan a Allende (obligarlo a que se suicide para no perder la dignidad revolucionaria es una forma de asesinato) en 1980 asesinan al obispo Oscar Romero en El Salvador, en 1981 disparan contra el avión de Roldos Aguilera, primer presidente después de 11 años de dictadura en Ecuador, meses después repiten “el accidente” contra el avión de Omar Torrijos en Panamá, a fines de los 80 masacran a 9 jesuitas en El Salvador acusados de apoyar los frentes de liberación que lucharon junto a los sandinistas nicaragüenses que llevaron al poder a Daniel Ortega.

Granada, Panamá, El Salvador, Honduras, Perú, Nicaragua, Islas Malvinas argentinas, Grupo Contadora, Chile, Argentina, Uruguay, Paraguay, conocen con mucho sufrimiento el intervencionismo imperial; Ronald Reagan durante 8 años proyecto un completo exterminio de todo lo que tenga que ver con la izquierda en el continente, promovió a la contra nicaragüense y nunca antes la CIA estuvo tan activa en la región como en esos años abriendo nuevas rutas para el narcotráfico, dinero que serviría para armar las contrarrevoluciones, desde esa época se la conoce como Agencia de Importación de Cocaína (CIA) Reagan, desato un carrera armamentista en la región que no para hasta hoy en complicidad con generales y otros oficiales de las escuelas de las Américas.

Por estos tiempos Colombia, juega un papel importante para Washington afectando la ideología revolucionaria en Venezuela y Ecuador. Caracas ha roto relaciones comerciales y diplomáticas con Bogotá por 3 ocasiones y en 4 Miraflores ha reanudado los compromisos diplomáticos con Nariño de Uribe; incluso Colombia ha practicado la extraterritorialidad en territorio venezolano al secuestrar a guerrilleros escondidos caso Granda, envió docenas de paramilitares para tratar de asesinar al presidente Chávez y promover la guerra sucia (violencia interna) con el micro tráfico, se ha capturado a espías colombianos en Zulia, Táchira, Barinas, pero, Venezuela compra de 6 a 7000 millones de dólares anuales a Colombia, fuera del mercado informal que llega a la mitad de la cantidad oficial y, los subsidios venezolanos alimentan a la gente como al parque automotor colombiano, importante diplomacia comercial entre estos países que no es fácil de eludir.

Con Ecuador la influencia colombiana es más grave empieza antes de la implementación del plan Colombia, en 1999 se empezaron a realizar pruebas con glifosato y glifosato mas aporea mas cosmoflux tres químicos mezclados producen una potente arma química que afecto la vida en el cordón fronterizo so pretexto de erradicar los cultivos de coca. Desde ese año pueblos a ambos lados de la frontera se afectaron hasta el 2007 por los impactos producidos por las fumigaciones destruyendo cultivos, provocaron malformaciones e infertilidad tanto en humanos como en animales para siempre.

En el 2008 la política colombiana bombardeo Angostura, en territorio ecuatoriano para dar muerte a Raúl Reyes, motivo que Quito rompiera relaciones con el gobierno de Uribe, un juez de la provincia de Sucumbíos, provincia a la que pertenece Angostura, abrió un expediente contra Santos ex ministro de defensa y la cúpula de las FFAA desemboco en una orden de captura internacional hasta que Santos llego a la presidencia, en ese momento termino el juicio, en el 2010 Uribe-Santos-Washington y Correa reanudaron las relaciones diplomáticas y colorín colorado este cuento se acabo.

Tanto Venezuela como Ecuador, deportan a terroristas de las FARC para sostener las excelentes relaciones con Bogotá, y, a través de Nariño tanto Miraflores como Carondelet guiñan el ojo a Washington para que los Departamentos de Estado y Justicia nos califique con una buena nota en la lucha contra el narcotráfico y evitar nos coloque en la lista negra de países que apoyan al terrorismo así evitar las sanciones económicas -comerciales porque no somos tan competitivos como Irán; también vemos lo que paso con Irak, Afganistán, Libia, influyente lección política para los vecinos de un satélite estadounidense.

Lección aprendida entre la ideología de micrófono con la diplomacia internacional. Realidad donde solo las fronteras salen ganando.

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