
La ley garantiza la libertad de expresión y las libertades fundamentales contempladas por la Constitución del país árabe y la Declaración Mundial de Derechos Humanos.
El instrumento legislativo estipula la promoción de los “valores patrióticos y panárabes de la comunidad siria y la responsabilidad en la difusión de los conocimientos, en manifestar los intereses del pueblo sirio y la protección de la identidad nacional”.
Dentro de las restricciones expuestas está la prohibición de publicar contenidos que atenten “contra la unidad nacional, la seguridad nacional o que ofenda las religiones y creencias religiosas, o provoque las luchas sectarias”.
El gremio de prensa estará regido por un Consejo Nacional de Información, vinculado al Consejo de Ministros, y que tienen el objetivo de velar por el cumplimiento de las disposiciones de la Ley de Información.
Hace tres días, Al Assad defendió las reformas que aplica su Gobierno y denunció nuevamente la injerencia de potencias occidentales para desestabilizar la nación árabe.
“El Estado está avanzando hacia adelante en el proceso de reformas”, expresó el Mandatario, quien agregó que las nuevas medidas dictadas y consensuadas con diferentes sectores de la sociedad sentarán las bases para el futuro del país.