Panorama Alternativo

 

En enero de 2008 el Ministro de Ciencia y Tecnología de Argentina, Lino Barañao, anunció oficialmente la construcción del «Polo Científico Tecnológico» que se construye todavía en los edificios de las antiguas bodegas de vino Giol y Santa Ana, en el barrio de clase media-alta de Palermo, ciudad de Buenos Aires.

 

Barañao anuncia en 2008 la construcción del Polo Tecnológico.

 

En esa oportunidad la presidenta Cristina Fernández dijo que esperaba la inauguración de la obra para el año de la conmemoración del Bicentenario de la Revolución de Mayo, en 2010.

«Esperemos que en el Bicentenario, si no tenemos terminado el polo científico, en las ex Bodegas Giol, por lo menos estemos bastante adelantados en la construcción del edificio y en la construcción del rigor intelectual para todos los argentinos«, afirmó la Presidenta antes de soportar, como ocurriera en marzo de ese año, la arremetida de los poderes agro-ganaderos, empresariales y mediáticos que apoco estuvieron de dar un golpe institucional luego de desestabilizar al gobierno mediante un sabotaje alimentario. La obra será, sin embargo, concluida en 2012.

 

 

El complejo albergará al Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva y sus organismos dependientes, el CONICET y la Agencia Nacional de Promoción Científica Tecnológica. Además, funcionarán en el mismo predio tres centros de investigación binacionales. Uno dedicado a las Ciencias Biomédicas y Biotecnológicas, que será el primer instituto de la Sociedad Max Planck en Sudamérica. Otro destinado al estudio de Ciencias Sociales y Humanas; y un tercero de Ciencias Exactas y Tecnológicas, que incluirá un Centro de Simulación de Problemas Multi-Física para Aplicaciones Tecnológicas y Bioinformática.

Contará, también, de acuerdo al proyecto con un auditorio y un Museo de Ciencia. Los dos edificios se encuentran al borde de la vía del ferrocarril San Martín, sobre la calle Godoy Cruz, entre Soler y Paraguay.


 

Para la construcción de la monumental obra se debió desalojar pacíficamente a 50 familias que ocupaban parte del predio, un área que comenzó a demolerse de inmediato, La obra estará finalizada para 2012, aunque marcha «a todo vapor».

Barañao afirmó que el proyecto para reciclar las ex Bodegas Giol es «una metáfora arquitectónica de lo que queremos hacer con la ciencia y la tecnología en este país, insertarla como un motor del desarrollo argentino».

 

 

A medida que el tren avanza se observan las obras llevadas a cabo por el Ministerio de ciencia y tecnología.

 

 

 

La igualdad no aparece en estas imágenes tomadas desde el tren del ferrocarril San Martín (estatizado por Néstor Kirchner)

 

 

En el inicio de su discurso de aquel enero, la presidenta había manifestado que admiraba el rigor de las ciencias duras: «Esa precisión que se imponen los científicos … antes de elaborar una sentencia, de llegar a una conclusión«. Y resaltó que tanto ciencia y tecnología como el rigor deberían ser «datos distintivos que debemos tener los argentinos como sociedad en todos sus sectores, en todos sus estamentos para este siglo XXI«.
Creo -dijo- que «esa falta de rigurosidad en nuestras afirmaciones, en nuestros análisis nos llevan a equivocaciones, a yerros, a situaciones que nadie querría«.

 

Seguramente Cristina Fernández  se refería como situaciones que nadie querría, (aunque «tal vez» sin saberlo hasta hoy mismo), al predio situado junto a la obra en construcción donde habitan y trabajan en condiciones infrahumanas numerosas familias que manipulan basura manualmente y son explotadas por supuestas cooperativas de trabajo junto a las vías del ferrocarril en plena capital de la Argentina.

Las siguientes imágenes han sido tomadas desde el tren que transporta miles de personas por día y circula junto al predio científico en curso, de construcción acelerada.

 

 

El titular de la cartera de Ciencia y Tecnología, Lino Barañao, fue quien mostró en 2008 imágenes virtuales del futuro Polo Tecnológico en Palermo. En aquella presentación expresó: «se buscará que la iluminación de los edificios permita ahorro de energía y se reducirá la necesidad de usar equipos de aire acondicionado«.

La selección del anteproyecto de las obras se hizo con el apoyo de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la Universidad de Buenos Aires que hizo un concurso. Fue realizado finalmente por los estudios Hauser, Ziblat Asociados y Parysow- Schargrodksy Arquitectos.

 

 

 

 

Junto al predio que alojará el primer Instituto Max Plank de Latinoamérica se encuentran los depósitos de residuos urbanos (basura) que aparecen a la vista de los trabajadores y estudiantes viajeros de trenes, que observan impactados las bochornosas y obcenas imágenes de la realidad.