Las investigaciones comenzaron en mayo en Americana, una ciudad ubicada a 130 km Sao Paulo, donde el Ministerio Público (fiscalía) del Trabajo encontró a 52 ciudadanos bolivianos que laboraban en condiciones insalubres y que no habían sido registrados formalmente.
En el lugar «trabajaban 14 horas por día en promedio, porque ganan por producción, en un ambiente degradante, con cables (de energía) expuestos, mucho calor y mucha gente» en un espacio reducido, afirmó el vocero. Y vivían en el piso superior del lugar, en condiciones de higiene precarias.
Las autoridades encontraron otras dos oficinas que confeccionaban piezas para Zara, éstas en la ciudad de Sao Paulo.
La ONG Reporter Brasil informó el miércoles que unas 15 personas fueron detectadas por los servicios laborales y sacadas de esas instalaciones.
La empresa española Inditex, dueña de la marca Zara, reconoció las irregularidades este miércoles en un comunicado que la prensa brasileña divulgó ampliamente.
Inditex señala que exigió al «proveedor responsable por la tercerización no autorizada que regularice la situación inmediatamente», e informó que trabaja en ese sentido.
Según el portavoz, el ministerio del Trabajo ya aplicó 52 multas a Zara por irregularidades laborales. La fiscalía estudia si demandará a la marca «por contratación de mano de obra esclava» y si la incluirá en la lista «sucia» de empresas que explotan mano de obra.
La popular marca española está presente en 78 países, en los que dispone de 5.154 locales.