La sociedad británica está hoy bajo la más férrea vigilancia y control social, al mejor estilo de aquellas películas distópicas basadas en las novelas que seguramente muchos lectores han visto: Un mundo feliz de Aldous Huxley y 1984 de George Orwell, irónicamente ambos escritores oriundos de Inglaterra.
Al igual que en algunas películas de ficción hasta los carros y sus placas son vigilados y por si fuera poco, incorporaron pequeños helicópteros con cámaras dirigidos con control remoto.
El gobierno y los medios han comenzado a criminalizar y asociar al terrorismo la ira de la pobreza, injusticia y discriminación hecha violencia en las calles de Londres; los medios ocultan por ejemplo: que 22% de la población del Reino Unido (unos 15 millones de personas) están viviendo en la pobreza.
Huxley y Orwell no imaginaron a dueños de medios como Rupert Murdoch haciendo espionaje telefónico, ni como la indignación y la pobreza de una sociedad utilizando redes como Twitter y Facebook sorprenderían y pondrían en jaque al país más vigilado del mundo. ¡Europa un volcán dormido, camino de la indignación a la sublevación!