Más de 10.000 personas se manifestaron ante el gobierno local de la ciudad portuaria ante el temor de que en la factoría de Fujiahua se produjeran fugas peligrosas o accidentes.
Desde entonces se elevaron las voces que reclamaban el cierre de la fábrica, que produce paraxilol, un petroquímico que puede producir cáncer.
Tras el accidente el jefe del Partido Comunista en la ciudad, Tang Jun, y el alcalde, Li Wancai, habían anunciado el traslado de la factoría. El domingo, ante la presión de los manifestantes, se vieron obligados a anunciar el cierre de la fábrica.
Las convocatoria a la manifestación circuló a través de Internet. Algunos de los participantes en la protesta llevaban carteles en los que podía leerse: «Queremos sobrevivir» o «Queremos un buen medio ambiente».