
4 agosto 2011 – El Gobierno de Japón anunció este jueves que va a destituir a tres altos responsables del sector de la seguridad nuclear por su actuación al frente de crisis en la planta de Fukushima (noreste) luego del fatal terremoto y tsunami del pasado 11 de marzo que desató elevados niveles de radiactividad en esa región asiática.
Kaieda explicó que estas personas hicieron un mal manejo de la crisis en la planta, e incluso admitió, según medios, que él también tiene una cuota de responsabilidad dentro de lo sucedido.
El ministro reveló que también tiene previsto dimitir, sin definir cuándo lo hará, para hacerse cargo de la confusión nacida en torno a los reactores nucleares, cerrados por mantenimiento debido a los temores y las protestas de la población.
Informó que el Gobierno japonés está trabajando en la creación de un cuerpo regulador de la seguridad nuclear independiente del Ejecutivo.
Mientras tanto, el país se enfrenta a cortes en el suministro eléctrico, desde hace cinco meses cuándo inició la crisis.
Informaciones dan cuenta que 70 por ciento de los 54 reactores que producen la energía necesaria para abastecer el país están desconectados.
Antes de la catástrofe de marzo, Japón obtenía el 30 por ciento de su suministro eléctrico de las centrales nucleares.
Según las fuentes, para evitar los cortes, el Gobierno pidió a empresas y hogares de varias regiones ahorrar hasta un 15 por ciento de energía durante los meses de verano para evitar cortes en el suministro eléctrico.
Por otro lado, la máxima tutela japonesa confirmó a agencias de noticias internacionales que habrá nuevas evacuaciones de la población en un radio de entre 20 y 30 kilómetros de la central de Fukushima.
El ministerio de la energía ha sido el centro de las críticas por su promoción de la industria nuclear, dos días después de que se registraron, en la central los mayores niveles de radiactividad desde el fatal terremoto y tsunami que vivió la zona el pasado 11 de marzo.
En abril la Agencia de Seguridad Nuclear de Japón decidió elevar de cinco al máximo de siete de la escala Internacional para Incidentes Nucleares (INES), el nivel de alerta nuclear en la planta de Fukushima (noreste). El desastre fue considerado similar al ocurrido en la central ucraniana de Chernobyl.
La decisión se tomó después de que la Agencia de Seguridad del Gobierno estableciera que los reactores dañados de Fukushima 1 emitían gran cantidad de sustancias radiactivas, que suponen amenazas a la salud humana y el medio ambiente de la zona.
Se conoció que las sustancias radiactivas liberadas por la mencionada planta alcanzan alrededor de un 10 por ciento de las emitidas por la de Chernobyl.
