“Cualquier discrepancia existente será analizada sin desecharla de golpe y con ello garantizar la libre discusión para que cada cual opine lo que piense y desee”, dijo el mandatario en la reunión del PCC (único) celebrada el fin de semana, según un informe leído en el telediario.
“No podemos permitir que incomprensiones de ningún tipo obstaculicen la gigantesca tarea que tenemos por delante”, dijo Raúl Castro, al llamar a preparar a los dirigentes para las tareas que deben acometer.
En la reunión, el número dos de Cuba, José Ramón Machado, señaló que el partido no debe asumir otras misiones y funciones que las establecidas en sus estatutos y documentos normativos, en referencia a la práctica de gobernar y administrar que aplicó durante medio siglo.
Pero “tiene el deber de llevar un control efectivo de la actividad económica para, en primer lugar, alertar a tiempo y con argumentos sólidos”, añadió el primer vicepresidente.
Machado llamó a “eliminar los métodos burocráticos, la falta de creatividad, la tendencia al reunionismo, la facilidad y el conformismo que caracteriza a muchos dirigentes”.
La reunión del PCC, clausurada este domingo, tuvo lugar en vísperas de que el Parlamento sesione el lunes para analizar la marcha de las reformas, que fueron aprobadas en abril por el VI Congreso del PCC.
Las reformas incluyen apertura al sector privado y cooperativo, atracción de inversión extranjera, autonomía empresarial, cierre de un millón de empleos públicos para reducir la enorme burocracia y desmontaje de subsidios.