«Ocurrieron incidentes poco antes de la llegada al escenario (plaza Los Héroes) donde se realizaría el acto central, este es un campo de batalla con bombas lacrimógenas, bombas molotov y piedras entre carabineros y algunos estudiantes», señaló.
Los enfrentamientos iniciaron cuando las fuerzas policiales rodearon el escenario y un grupo de estudiantes encapuchados intentó despejarlos.
Mitchell afirmó que existe la duda de si «entre los encapuchados hay incluso personal policial disfrazado de civil», porque se ha denunciado en anteriores manifestaciones «la presencia de carabineros infiltrados que iniciaban los disturbios con el fin de atraer más revueltas y enfrentamientos».
Dijo que sólo en la avenida principal donde se realizaba la marcha pacífica, «se ha convertido en una batalla y lo lamentable es que por primera vez no llegaron los dirigentes al escenario para realizar el respectivo discurso y llevar a cabo el acto central».
Algunos manifestantes lograron llegar a la plaza Los Héroes, ubicada a tres cuadras del Palacio de La Moneda, y como pudieron hicieron el acto con algunos discursos
Los estudiantes, profesores y movimientos sociales reclaman que se termine el lucro en la educación chilena para garantizar la calidad. Exigen que se invierta y no se dirijan las ganancias hacia los empresarios de este sector.
«A nivel de educación básica, se pide que los liceos en manos de las municipalidades pasen a ser nuevamente parte del Estado central chileno», dijo la reportera.
El Gobierno de Chile había autorizado la marcha en un sector específico de la avenida Alameda, con inicio en la Estación Central (este) y fin en Los Héroes sin pasar por el palacio de La Moneda, sede de la Presidencia.
Sin embargo, los dirigentes de la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech), organizadores de la iniciativa, no acataron la orden del Ejecutivo y convocó a los jóvenes para reunirse en la Plaza Italia, en el centro de la ciudad y continuar con la marcha por la Alameda hasta las cercanías de La Moneda.
Los estudiantes optaron por recorrer la misma ruta de las dos marchas anteriores (14 y 30 de junio), donde no faltaron los enfrentamientos con la Policía antimotines.
La convocatoria fue extensiva a los familiares de los jóvenes y a la comunidad en general para marchar tras la propuesta de la semana pasada del presidente Sebastián Piñera de llegar a un acuerdo nacional.