Hernán Marín
Muchos autores que han desarrollado temas sobre la conducta del hombre y la humanidad, no han podido en el fondo definir si la conciencia nos conduce al comportamiento o el trajín en el que sobrevivimos nos induce al conciencia, ¿una es primero o la otra la determina? algo así como ¿quién es primero la gallina o el huevo?, lo siento es que la humanidad en lo general a sobrevivido en el tiempo solo con una conducta de que como vamos viendo vamos viviendo…y muy especialmente es posible que precisamente la diferencia entre una y la otra la determinen las clase sociales y nos ha confundido en no saber definir la manera en que debemos vivir y conducirnos en lo individual y en lo colectivo, “Marx y Engels, la consideraron como una manera incorrecta de reflejar la realidad; pues en toda ideología los hombres y sus relaciones aparecen confundidos como en una cámara oscura” en los actuales momentos es más sencillo definir esta teoría, divido al que el intelecto que da la lectura, consejo permanente dado por el comandante presidente Chávez, e inclusive los medios de comunicación, posiblemente conduce justamente al punto neurálgico que establece quien impulsa a la conciencia para que determine la vida y lo pone de cara a los principios que la vida misma estipula según sea el nivel social, y por consiguiente renace en su intelecto un comportamiento rutinario que solo lo podemos llamar Ideología. Tomando en cuenta que el pensamiento es la base de motivación conductual del individuo consciente de sus ideas y pensamiento, actúa en consecuencia de manera acorde y concibe la forma de llevar la vida. Toma entonces cuerpo el poder ideológico “sobre el hombres”, Para establecer su conducta ante sus semejantes y la sociedad en general, pero si le incorporamos el poder económico esta conducta, se corre el riesgo de poder varearla y si no se adquiere una ideología donde se incluya valores y principios, regresamos nuevamente según la teoría de “Marx y Engels” al cuarto oscuro porque el hombres adquieren o se le suma otra visión cultural, que confunde la conciencia, por lo que se la presenta un nuevo conflicto, el cual debe luchan y resolver.
Por consiguiente el empeño de este proceso revolucionario se fundamente específicamente en la creación de un hombre nuevo, capaz de transformar la conciencia para poder transformar la vida e impulsar un sistema de gobierno más humano y más socialista, siendo este, el fin supremo de la revolucionario Bolivariana.
Al parecer, y creemos que no inocentemente, la tendencia actual tiende a desarticular los elementos constitutivos de la ideología según hemos visto en la práctica, existe una falsa conciencia en su función social, siendo que el pensamiento Bolivariano no los ha presentado como imprescindible para desarrollarnos y sustentar esta revolución.
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