La Jornada/Aporrea/ Matrizur


Washington. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, consideró este miércoles que fue «inapropiado» el programa Rápido y Furioso, en el cual la Oficina para Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF) permitió la exportación ilegal de armas de fuego como parte de un «estudio», las cuales terminaron en manos de cárteles de la droga mexicanos, que han inundado México de sangre y muerte.

“Mi procurador general de Justicia (Eric Holder) ha dejado en claro que él ciertamente no hubiera ordenado que contrabandistas hubieran pasado armas a México”, dijo el mandatario cuestionado en rueda de prensa.

 

Al preguntársele si el director en funciones de la agencia debería renunciar, el presidente de Estados Unidos afirmó que se debe tomar la “acción apropiada” una vez que la investigación sobre el programa esté completa.

Al amparo de la operación Rápido y Furioso la ATF permitió en total el trasiego ilegal hacia México de más dos mil rifles de asalto y 50 rifles estilo francotirador, así como miles de municiones.

Algunos miembros republicanos del Congreso han pedido cambios en el liderazgo de la ATF, al argumentar que nunca fueron informados sobre el operativo, expuesto por dos agentes de la institución.

Al respecto, el mandatario destacó que espera la conclusión de la investigación ordenada por el Departamento de Justicia antes de tomar acciones correctivas.

“He dejado claros mis puntos de vista de que eso no fue un paso apropiado por parte de la ATF y tenemos que saber qué pasó y tan pronto termine la investigación, creo que se tomarán las acciones apropiadas”, enfatizó.

Estas declaraciones sin embargo traen poco consuelo a las miles de familias que han perdido a sus seres queridos víctimas de la violencia. Estados Unidos es el mayor consumidor de drogas ilícitas del mundo y también el principal proveedor de armas de los cárteles de la droga.