Víctor J. Sanz


“Profundizar las reformas del mercado laboral” es la frase protagonista de los últimos días, la más pronunciada por los economistas más sanguinarios, la más repetida por los políticos más a salvo de verse afectado por tales reformas, la más leída y escuchada por la atónita ciudadanía y la más escalofriante para quienes ya se cuentan entre las víctimas mortales de las reformas anteriores.

Con la misma propagación que una explosión tiene en una alcantarilla, la insidiosa y carroñera presión del FMI sobre los más pobres, se difunde por todos los medios de comunicación en los últimos días. En las últimas horas a Grecia la han empujado hasta el borde del acantilado[1], a punta de afilada tijera social. Otra de las células de la banda terrorista, la que opera en España, está empujando a los españoles por el mismo camino y con el mismo mensaje “vamos a dar un paseo”.

Como portavoz de la célula terrorista del FMI que opera en España, la vicepresidenta Elena Salgado cree que el FMI recomienda “profundizar las reformas” si no funcionan las actuales[2]. Es de locos. Veamos qué tal suena la misma incongruencia en otro contexto: “Los médicos recomiendan seguir administrando antibióticos al paciente que no muestra mejoría, sino que empeora, con la administración de antibióticos”. Nada, sigue sin tener sentido. A ver de otra manera: “Los torturadores seguirán torturando a su víctima porque todavía no han conseguido lo que quieren”. Vaya, aquí tiene algo más de sentido.

Recomienda el FMI que el gobierno acometa reformas “valientes” en el mercado laboral. Puede que se refiera a que no deben importarle al gobierno las víctimas y las pérdidas humanas que dejen en el camino las reformas.
Valiente sería proponer y conseguir que los bancos privados paguen sus propias pérdidas, valiente sería proponer que las empresas también flexibilicen sus exigencias a los cada vez más indefensos trabajadores, valiente sería exigir a las empresas que evaden impuestos que los paguen, valiente sería proponer una reforma laboral que hiciera del trabajo un derecho y no un medio colectivo de enriquecimiento de unos pocos. Valiente sería casi cualquier cosa menos seguir zurrando al más débil, es decir, a la clase trabajadora.

La falta del más mínimo pudor lleva al FMI a considerar “incompleto” el saneamiento de la economía española[3]”. Dicen desde esta fábrica de crisis contra los pobres, que “No puede haber tregua en el proceso de reformas”. Es decir, que no descansarán hasta instaurar el esclavismo pleno.

En cuanto al asunto fiscal, y dado que no son capaces, ni tienen intención, de fiscalizar las cuentas de las empresas más grandes y que menos impuestos pagan, el aviso para las clases más desfavorecidas es claro: “alguien tiene que pagar la factura de la fiesta neoliberal”. A esto lo llaman “mejoras en la credibilidad del proceso de consolidación fiscal”, que suena muy técnico pero duele igual.

En el mismo comunicado de amenaza hecho público por el FMI, se avisa de que se completará “la reestructuración del sistema financiero”, cuando lo que quieren decir es que, sí o sí, terminarán de sanear las cuentas de la banca privada a base de sacar la mismísima sangre al pueblo. No deja de ser curioso que un sistema económico que ha luchado durante toda su historia contra cualquier forma de intervención estatal, reclame ahora, imponga, la intervención del estado para sanear los desperfectos privados.

El escalofriante comunicado de la banda terrorista con corbata termina hablando del “fortalecimiento de las reformas del mercado laboral”, no habla del fortalecimiento de la clase trabajadora, clase social sin la que el capitalismo no tendría sentido, igual que carecería de sentido llamar asesino a alguien que no tiene víctima que asesinar; no habla tampoco del fortalecimiento del propio mercado laboral, no. De lo que habla es del fortalecimiento de las reformas, ese eufemismo tan de moda para referirse a las más satánicas formas de dominación y anulación de la persona que el mismo Hitler envidiaría.

Sobre las indemnizaciones por despido en el mercado laboral español, el FMI “recomienda” que se rebajen hasta la media europea. Aún esperamos ver qué tiene que recomendar el FMI con respecto a la diferencia tan enorme que hay entre los ridículos salarios españoles y la media europea, y que se cifra en más de un 20%. Me temo que seguiremos esperando mientras sean ellos quienes llevan la corbata y nosotros a quienes les apriete el nudo.

Es hora de rellenar la hoja de reclamaciones y exigir la reversión de las reformas que, no solo no mejoran el panorama, sino que lo empeoran grave y rápidamente. Es hora de exigir la garantía de que cualquier reforma laboral que se emprenda sea revertida tan pronto se demuestre su ineficacia o, peor, que sus efectos solo sean positivos para le élite financiera. Es hora de exigir que cada reforma propuesta, si ha de ser tan buena como dicen, tenga como primer conejillo de indias a quienes la proponen tan alegremente.

Puede que solo sean impresiones mías, pero creo que deberíamos ir estudiando la reforma de los reformadores, la reforma de sus salarios, la reforma de sus indemnizaciones por despido, incluso deberíamos ir estudiando su propio despido.

[1] http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2011/06/110621_grecia_privatizacion_fmi_america_latina_mt.shtml

[2] http://www.diariosigloxxi.com/texto-s/mostrar/28302/salgado-interpreta-que-el-fmi-recomienda-quotprofundizar-las-reformas-quot-si-no-funcionan-las-actuales

[3] http://www.europapress.es/economia/macroeconomia-00338/noticia-economia-fmi-considera-incompleto-saneamiento-economia-espanola-pide-profundizar-reformas-20110621180354.htm

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