AVN

A través del canciller, Franco Frattini, la administración de Silvio Berlusconi solicitó a las potencias imperiales “suspensión inmediata de las hostilidades” contra territorio libio.

Pero Gran Bretaña y Francia rechazaron de inmediato la iniciativa y agregaron que la Organización del Tratado para el Atlántico Norte intensificará los bombardeos contra los pobladores.

En una intervención en la Cámara de Diputados de Italia, Frattini presentó la propuesta luego de explicar que el Consejo Nacional de Transición (CNT), que agrupa a los separatistas libios, temen la “consolidación de una división en dos de Libia”.

La integridad territorial de Libia y la no presencia de tropas extranjera en suelo libio quedaron plasmadas en la Resolución 1973 del Consejo de Seguridad de la ONU lo que dio motivo a que Rusia y China criticasen la violación de la Resolución por parte de las fuerzas agresoras.

Ahora, el canciller italiano indicó que su país propondrá la iniciativa en la reunión que realizará mañana el Consejo Europeo (CE).

Si la propuesta avanza, “constituirá el primer paso para intentar
enfrentar exigencias humanitarias gravísimas”, sostuvo Frattini.

El ministro italiano se refirió también a los asesinatos de civiles libios por parte de las fuerzas extranjeras y reclamó “una información cada vez más detallada sobre los resultados” de las operaciones militares.

Conocidas las declaraciones de Frattini, el gobierno británico remarcó que la OTAN intensificará la presión militar para derrocar al líder libio Muamar Al Gaddafi.

Pese a que diariamente aumenta el número de civiles muertos por los bombardeos de la alianza militar, Londres argumentó que la Unión Europea “no duda en su decisión de proteger” a los pobladores, “incluso intensificando la presión al régimen de Libia”.

Por su parte, el gobierno de Francia se sumó al rechazo de una posible suspensión de operaciones militares y llamó a “incrementar las presiones sobre Gaddafi”.

De los 28 países que integran la Otan, solo una tercera parte se ha involucrado directamente y cinco de ellos han destinados cuantiosos recursos financieros en las agresiones: EEUU, Francia, Reino Unido, Canadá y España.

El portavoz de la cancillería gala, Bernard Valero, expresó que “una pausa en las operaciones tendría el riesgo de permitir” al líder libio “ganar tiempo y reorganizarse”.

El gobierno libio denunció que la OTAN ya asesinó a más de 800 civiles desde que comenzó la guerra de agresión contra el país.

Los últimos ataques de la alianza militar, que reconoció las muertes de pobladores como “errores”, incluidos varios niños, fueron repudiados por la Liga Árabe (LA) y la Unión Africana (UA).

A estas críticas se suma la postura de China, que ayer expresó que el conflicto en Libia debe finalizar, por lo cual es una “prioridad absoluta” un alto el fuego.

El portavoz del gobierno chino, Hong Lei, resaltó que “la crisis libia dura desde hace cuatro meses, durante los cuales la población ha sufrido profundamente, debido al caos provocado por la guerra, y las infraestructuras se han visto muy afectadas”.

“Una solución política debe ser hallada lo más pronto posible”, añadió el funcionario.

La postura de China se conoció en el mismo día que llegó al país el representante del CNT, Mahmud Jibril, para entrevistarse con el ministro de Relaciones Exteriores de Beijing.