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Un almirante de la Armada que comandó los ataques militares estadounidenses contra un presunto barco narcotraficante en el Caribe declaró el jueves a los legisladores que no hubo una orden de «matar a todos» del secretario de Defensa, Pete Hegseth. Sin embargo, un crudo video del ataque generó serias dudas mientras el Congreso analiza la campaña que cobró la vida de dos sobrevivientes, informó Prensa Asociada.
El almirante Frank «Mitch» Bradley compareció en una serie de sesiones informativas clasificadas a puerta cerrada en el Capitolio, mientras los legisladores realizan una investigación tras un informe que indica que ordenó el ataque posterior que cobró la vida de los sobrevivientes para cumplir con las exigencias de Hegseth. Expertos legales han señalado que un ataque de este tipo podría constituir una violación de las leyes de la guerra militar.
«Bradley fue muy claro al afirmar que no recibió ninguna orden de ese tipo, ni de no dar cuartel ni de matarlos a todos», declaró el senador Tom Cotton, presidente del Comité de Inteligencia del Senado, al salir de una sesión informativa clasificada.
Mientras Cotton, republicano por Arkansas, defendió el ataque, los demócratas, que también fueron informados y vieron el video de los sobrevivientes asesinados, cuestionaron la lógica de la administración Trump y afirmaron que el incidente era profundamente preocupante.
«La orden fue básicamente: Destruir la droga, matar a las 11 personas en el barco», declaró el representante por Washington, Adam Smith, el demócrata de mayor rango en el Comité de Servicios Armados de la Cámara de Representantes.