247 – El tornado que llegó al interior de Paraná el viernes (8) fue clasificado como EF3, con vientos de hasta 250 km/h, según el Sistema Tecnológico y Monitoreo Ambiental de Paraná (Simepar). El fenómeno extremo dejó seis muertos, más de 750 heridos y destruyeron el 90% de la ciudad de Río Bonito do Iguaçu, en la parte centro-sur del estado.
Según g1, las víctimas fueron identificadas como:
- José Neri Geremias (53)
- Adriane Maria de Moura (47)
- Jurandir Nogueira Ferreira (49)
- Claudino Paulino Risse (57)
- José Gieteski (83)
- Julia Kwapis (14)
Julia estaba en casa de una amiga cuando fue arrastrada por las ráfagas de viento. Su padre, Roberto Kwapis, informó que se estaba preparando para recibir el sacramento del Crisma durante el fin de semana, y la familia planeó una barbacoa en celebración.
Fenómeno de alta intensidad
Según el meteorólogo Samuel Braun de Simepar, la clasificación del tornado se determinó en base a imágenes de destrucción y datos de radar. «El ambiente atmosférico era muy húmedo, cálido. También hay otros factores, por ejemplo, como la diferencia de vientos entre la superficie y los niveles más altos de la atmósfera. Llamamos a la meteorología de la cizalladura. Así que esa cizalla era extremadamente alta. Hay varios factores que han contribuido a la formación de estas tormentas y el tornado en esta ciudad», explicó.
El fenómeno fue causado por un ciclón extratropical que golpeó el sur del país, causando fuertes lluvias y vientos también en Rio Grande do Sul y Santa Catarina.
Destrucción a gran escala
Las imágenes aéreas muestran casas completamente destruidas, vehículos volcados y árboles arrancados en Río Bonito do Iguaçu, un municipio de unos 14 mil habitantes, ubicado a 400 km de Curitiba. El gobierno de Paraná informó que la mayor parte de la ciudad era inhabitable y que cientos de familias lo perdieron todo.
Un residente describió a TV Globo el escenario encontró: «En la entrada de la ciudad ya había señales muy claras de que algo muy horrible sucedió. Cuando entramos, se volvió más caótico. Escena de la guerra. El coche volcó, un árbol en medio de la calle.
El profesor de judo Marcelo Gomes dijo que estaba con niños en un centro cultural cuando comenzó el tornado. «El padre de un estudiante fue a cerrar la puerta y ya ha venido corriendo. Y me di cuenta de que una puerta de seguridad comenzó a balancearse demasiado, reunió a los niños y lo llevó a un espacio más seguro. Cuando cerré la puerta, vino ese aliento polvoriento, tierra, barro. Nos abrazamos dentro del baño y empezamos a orar. Cuando abrí la puerta, todo el centro cultural había caído. Un espacio gigante, todo estaba en el suelo”.
El vigilante Adilson Camilo informó que su casa y su farmacia fueron destruidas. “Tenemos una farmacia y salimos corriendo porque mi hija estaba en casa. Llegamos allí, no lo dimos dos minutos, empezamos a volar todo. Voló azulejos, pared. Corrimos al baño, también se estalló. Abrazamos y pedimos a Dios que nos proteja. El tornado duró 30, 40 segundos y detonó todo. Tengo dos coches, uno de ellos voló diez metros. Parecía una bomba atómica”.
Operación de rescate y ayuda humanitaria
El gobierno de Paraná envió a 30 bomberos de varias ciudades y 20 agentes del Grupo de Operaciones de Socorro Táctico (Gost), con perros rastreadores, para ayudar en la búsqueda de víctimas. Las ambulancias de Cascavel y Guarapuava también fueron desplazadas para atender a los heridos, mientras que la Secretaría de Salud puso a disposición camas en otras regiones del estado.
El ministro de Integración y Desarrollo Regional, Waldez Góes, informó que el gobierno de Lula (PT) prepara el envío de ayuda humanitaria a Paraná, bajo la coordinación del presidente.
El gobernador Ratinho Junior (PSD) declaró que se establecerá una base de mando y coordinación en el Cuartel Central del Cuerpo de Bomberos de Guarapuava, desde donde se organizarán las acciones de rescate y reconstrucción. Los camiones con cestas básicas, kits de higiene y dormitorios dejaron a Curitiba todavía en las primeras horas.
Otras regiones también afectadas
Además de Río Bonito do Iguaçu, otras ciudades de Paraná se enfrentaron a intensos vientos y daños estructurales. Dos vecinos registraron ráfagas de 82,4 km/h, Cornélio Procópio alcanzó los 76 km/h y Campo Mourão, a 74,2 km/h.
El ciclón extratropical también causó la caída de árboles y polos en municipios del sudeste, incluidos São Paulo y Río de Janeiro. Los funcionarios están en alerta por otras formaciones de tormentas severas en las próximas horas.
El rastro de destrucción dejado por el tornado en Paraná es considerado uno de los desastres climáticos más graves en la historia reciente del estado, movilizando esfuerzos conjuntos entre los equipos federales, del gobierno estatal y de rescate para conocer a las víctimas e iniciar la reconstrucción de las áreas devastadas.

