Agencia EFE

Río de Janeiro, (EFE).- El mandatario brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, urgió este lunes, en la cumbre de líderes de los BRICS, en Río de Janeiro, «recuperar el protagonismo» de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El organismo de Naciones Unidas ha sufrido un duro golpe después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ordenara el pasado 20 de enero, poco después de tomar posesión, la retirada de su país de la agencia internacional.

«Recuperar el protagonismo de la Organización Mundial de la Salud como foro legítimo para enfrentar las pandemias y defender la salud de los pueblos es urgente», afirmó Lula en el discurso de apertura de la última sesión plenaria de la cumbre de los BRICS, formado por once países y liderado por China y Rusia.

«A pesar de ser un derecho humano, un bien público y un motor de desarrollo, la salud global también se ve profundamente afectada por la pobreza y el unilateralismo», criticó el jefe de Estado brasileño, en aparente alusión a Trump.

El dirigente republicano, quien durante su primer mandato (2017-2021) tomó la misma decisión, justificó la salida de la OMS porque, según dijo, Estados Unidos aporta muchos más recursos que China a ese organismo.

No obstante, Lula señaló que la adopción del Acuerdo sobre Pandemias, el pasado 20 de mayo en el marco de la OMS, «es un paso» para recuperar ese protagonismo perdido.

Asimismo, defendió que los BRICS «están apostando en la ciencia y la transferencia de tecnologías para poner la vida en primer lugar», y criticó el olvido de algunas enfermedades que afectan principalmente a los países en desarrollo.

«Muchas de las enfermedades que matan a miles en nuestros países, como el cólera, ya habrían sido erradicadas, si afectaran al Norte Global», se quejó el líder progresista.

En este contexto, Brasil, que preside este año los BRICS, promueve una alianza en el seno del grupo para eliminar las enfermedades descuidadas, con acciones para desarrollar «la infraestructura física y digital, y para el fortalecimiento de las capacidades».

Sin la presencia de los líderes Xi Jinping (China) y Vladímir Putin (Rusia), la cumbre de los líderes de los BRICS empezó el domingo y concluirá este lunes, en el Museo de Arte Moderno de Río, tras tres sesiones plenarias en las que se habló de geopolítica, cooperación comercial, reforma de la gobernanza global, medioambiente y salud.

Creado en 2009 por Brasil, Rusia, India y China, los BRICS admitieron a Sudáfrica después y desde 2024 permitieron el ingreso de seis nuevos miembros plenos: Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Etiopía, Irán, Indonesia y Arabia Saudí.

Río de Janeiro, 7 jul (EFE).- La cumbre de líderes de los BRICS concluyó este lunes en Río de Janeiro de forma tumultuosa tras la última amenaza del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, al grupo de países emergentes, que respondió de forma enfática al reivindicar su autonomía y el multilateralismo.

«No es correcto que un país del tamaño de Estados Unidos esté amenazando al mundo a través de internet. El mundo cambió. No queremos un emperador. Somos países soberanos», afirmó en rueda de prensa el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, anfitrión de la cita, en el Museo de Arte Moderno de Río.

La primera jornada de la cumbre transcurrió durante el domingo sin sobresaltos, con una declaración consensuada de 126 puntos sobre los temas más candentes (Irán, Gaza, Ucrania, aranceles…) y otros de máximo interés para Brasil, que preside este año el foro, como reforma de las instituciones multilaterales, clima y salud.

En el documento, los BRICS, foro integrado por once países del Sur Global y liderado por China y Rusia, no señalaron directamente a Estados Unidos en ningún momento, a pesar de que la figura del dirigente republicano parecía omnipresente entre líneas.

Pero ese equilibrio se rompió la noche del lunes, cuando Trump fue a su red social y escribió: «Cualquier país que se alinee con las políticas antiamericanas de los BRICS deberá pagar un arancel adicional del 10 %. No habrá excepciones a esta política».

China y Rusia reaccionan a Trump

Las primeras reacciones del bloque de emergentes llegaron antes de que amaneciera en Río. China, el país con mayor influencia dentro de los BRICS, fue de los primeros.

La portavoz de la cancillería, Mao Ning, criticó el uso de los aranceles como «herramienta de coerción y presión», y definió a los BRICS como «una fuerza positiva en la comunidad internacional».

En la misma línea, el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, afirmó que los BRICS «nunca han estado ni estarán dirigidos contra terceros países».

Ya en Río, los presidentes de Sudáfrica y Brasil, Cyril Ramaphosa y Lula, se mostraron más contundentes.

«Nunca debería haber venganza ni represalias contra países que buscan cooperar juntos para avanzar los intereses de la humanidad», expresó el primero.

Lula tachó la postura de Trump de «muy irresponsable y equivocada» y dijo además que las amenazas del líder estadounidense en ningún momento rompieron la armonía de la cumbre.

Incluso aseguró que en ningún momento «se tocó el asunto» de las negociaciones comerciales en curso entre EE.UU. y algunos socios, como la India, miembro de los BRICS, para reducir los aranceles universales que anunció Trump en abril en el llamado Día de la Liberación.

En el caso de Brasil, Trump también se metió de lleno hoy en el escenario doméstico al salir en defensa del expresidente Jair Bolsonaro, su aliado político y quien está procesado en la Corte Suprema por supuestamente intentar dar un golpe de Estado, tras perder las elecciones de 2022, precisamente ante Lula.

Lula cuestiona el dólar

En paralelo, el mandatario brasileño, referente de la izquierda latinoamericana, abordó también un tema profundamente sensible para su homólogo estadounidense: la hegemonía del dólar.

Trump ya amenazó en el pasado a los BRICS con castigarles con un arancel del 100 %, en caso de que osaran minar el poderío internacional del billete verde.

El grupo de emergentes siempre se ha desvinculado de una posible «desdolarización», pero sí reconoce que avanza en la adopción de sistemas de pagos y transferencias con monedas locales, para que así los países en desarrollo no sufran tanto con las fluctuaciones del mercado de divisas.

En este marco, Lula vaticinó este lunes que el dólar dejará de ser la moneda de referencia internacional, que posibilita a Estados Unidos financiarse a intereses bajos, a pesar de su delicada situación fiscal, en el futuro.

En su opinión, es un proceso que «no tiene vuelta atrás».

«Tenemos la responsabilidad de hacer eso con mucho cuidado. Nuestros Bancos Centrales tienen que discutir eso, pero es algo que no tiene vuelta atrás y ocurrirá gradualmente hasta que se consolide», apuntó.

Con las espaldas en alto: así cerró la XVII Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de los BRICS, marcada por las ausencias de los líderes de China, Xi Jinping; y de Rusia, Vladímir Putin, y con Trump eclipsando una última jornada dedicada a abordar la crisis climática y la erradicación de las enfermedades desatendidas.

Carlos Meneses

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