Agencias

El exguerrillero, rehén de la dictadura uruguaya (1973-1985), diputado, senador, ministro y expresidente de Uruguay, falleció este 13 de mayo, informó Yamandú Orsi, actual mandatario uruguayo, en un mensaje compartido en la red social X.

En abril de 2024, Mujica anunció públicamente que padecía un tumor en el esófago y que, debido a su avanzada edad y a una enfermedad inmunológica previa, no se sometería a más tratamientos.

En enero de 2025, confirmó que el cáncer se había extendido a su hígado y que su estado de salud era irreversible.

El expresidente pasó sus últimos días en su chacra de Rincón del Cerro, donde recibió cuidados paliativos y estuvo acompañado por su esposa, la exvicepresidenta Lucía Topolansky.

Contexto y legado político

Mujica fue una figura clave en la política uruguaya y latinoamericana. Durante su mandato, promovió leyes progresistas como la legalización del matrimonio igualitario, y la regulación del aborto. Su estilo de vida humilde y su rechazo a los lujos lo convirtieron en un referente internacional, siendo reconocido como “el presidente más pobre del mundo” por su decisión de donar gran parte de su salario y vivir en una modesta chacra en las afueras de Montevideo.

Además de su legado político, Mujica fue un ferviente defensor de la justicia social y la integración latinoamericana. Su discurso sobre la importancia de la felicidad y la vida sencilla resonó en millones de personas alrededor del mundo.

Su fallecimiento marca el fin de una era en la política uruguaya, dejando un vacío en la izquierda latinoamericana y en quienes lo consideraban un símbolo de resistencia y compromiso social.

Mujica también sostuvo una fuerte amistad con el expresidente venezolano, Hugo Chávez, marcada por una profunda afinidad ideológica y un fuerte vínculo político. Mujica, expresidente de Uruguay, y Chávez, líder de la Revolución Bolivariana en Venezuela, compartieron una visión de justicia social y un enfoque progresista en sus respectivos gobiernos.

Durante el mandato de Mujica (2010-2015), mantuvo una relación cercana con Chávez, respaldando su liderazgo y participando en diversos encuentros regionales. En enero de 2013, cuando la salud de Chávez estaba en estado crítico, Mujica viajó a Caracas y encabezó un acto en apoyo al entonces presidente venezolano, destacando la importancia de la unidad y la paz en la región.

Mujica también elogió el legado de Chávez, calificándolo como un líder con un impacto colosal en América Latina.