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Los científicos fijaron la nueva posición del polo norte magnético de la Tierra, actualizando el Modelo Magnético Mundial. El nuevo modelo es mucho más preciso, lo que será útil para la navegación. Al mismo tiempo, a los científicos les preocupa que el polo norte magnético se mueva demasiado deprisa.
A diferencia del polo norte geográfico, que es un punto fijo situado a 90° de latitud norte, el polo norte magnético es un punto móvil.
Esto se debe al movimiento de los metales líquidos del núcleo externo de la Tierra, que generan un campo magnético. Este movimiento constante crea un polo magnético que se desplaza con el tiempo.
Actualmente, el polo magnético norte está más cerca de Siberia que de Canadá. Desde la década de 1830, se ha desplazado unos 2.250 kilómetros a través del hemisferio norte hacia Siberia. Sorprendentemente, su ritmo de desplazamiento aumentó de menos de 15 kilómetros al año a 50-60 kilómetros al año entre 1990 y 2005. Aunque cabe destacar que a partir de aproximadamente 2019 su movimiento se ha desacelerado drásticamente de 50 a unos 35 kilómetros anuales, lo cual también supone la ralentización más brusca jamás registrada.
Una de las herramientas clave para cartografiar y predecir la posición del polo norte magnético es el Modelo Magnético Mundial (MMM). Este modelo es actualizado cada cinco años por la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de EEUU (NOAA) y el Servicio Geológico Británico (BGS).
La actualización, prevista para 2025, es especialmente importante porque incluye varias mejoras significativas. En la versión anterior, la resolución del modelo era de 3.300 kilómetros en el ecuador, lo que significaba que los detalles del campo magnético eran bastante toscos.
En el nuevo WMM2025, la resolución se ha mejorado considerablemente hasta los 300 kilómetros en el ecuador. Esto permite a los científicos obtener información más detallada sobre la posición del polo norte magnético y el campo magnético de la Tierra en su conjunto.
Según el equipo del BGS, el uso de la versión antigua del MMM en comparación con la nueva puede dar lugar a importantes sesgos de navegación. Por ejemplo, viajando en línea recta 8.500 kilómetros desde Sudáfrica al Reino Unido, se podría estar desviado 150 kilómetros al final del trayecto.
Además, los científicos han expresado su preocupación por el creciente ritmo de migración de los polos magnéticos, creyendo que puede estar relacionado con la actividad del núcleo fundido de la Tierra. Los estudios muestran que se han formado dos grandes «manchas» de flujo magnético negativo a lo largo del límite entre el núcleo y el manto bajo Canadá y Siberia. La interacción de estas zonas podría explicar la velocidad sin precedentes del movimiento de los polos.